El viaje de la reforma fiscal

Finalmente, aprobamos la reforma tributaria, con el objetivo de superar viejos problemas que afectan nuestro crecimiento económico. Pasaremos de un sistema antiguo a uno nuevo, iniciando la regulación e implementación de las medidas generales de la Enmienda Constitucional 132. Ha llegado el momento de iniciar nuestro viaje, previsto para diez años, hacia la tierra prometida en busca del crecimiento del PIB. equidad tributaria, neutralidad fiscal, simplificación, transparencia, desburocratización, modernización de impuestos, redistribución de ingresos entre entidades federativas, reducción de la evasión fiscal, recaudación en destino, cambios en el impuesto a la renta, fin del efecto cascada.

Comenzamos un largo viaje y lo viejo y lo nuevo coexistirán en la transición.

En este recorrido se debatirán decenas de leyes complementarias, detallando más de 70 puntos que deben regularse a través de propuestas del Gobierno al Parlamento.

La definición de tipos impositivos; quién pagará y a quién; excepciones con tasas más bajas; cuál será la administración del sistema y la interacción entre las entidades federativas; la recaudación, inspección y distribución de impuestos por el Comité Gestor que se creará; mecanismos de compensación entre estados y municipios; Las normas procesales y la definición de impuesto selectivo son algunos de los temas importantes que provocarán muchas disputas y generarán un gran movimiento en toda la sociedad, con profundas discusiones técnicas en los sectores legal, de auditoría y contable.

Nos enfrentaremos a la divergencia entre quienes defienden con razón el necesario equilibrio de las cuentas públicas y quienes no están de acuerdo con los recortes del gasto, creando un conflicto que afectará al tamaño de la carga fiscal.

En el ámbito empresarial habrá conflictos entre sectores productivos para definir qué actividades estarán más o menos gravadas y cómo se establecerán los criterios para la incidencia del Impuesto Selectivo. Y todavía tenemos que garantizar los derechos de los contribuyentes, reducir los litigios fiscales por valor de billones de dólares, combatir la evasión fiscal y el crecimiento del mercado ilegal, cuestiones que necesariamente deben incluirse directamente en estos debates.

Ante tantos asuntos que es necesario escudriñar, y sabiendo que “Dios o el diablo están en los detalles”, ha llegado el momento de decidir si aprovecharemos o perderemos esta oportunidad histórica de mejorar finalmente nuestro sistema tributario.

Ciertamente no será una travesía fácil. Tendremos que dividir mares, enfrentarnos a malos asesores y profundos conflictos de intereses, aceptar cambios estructurales y así, sin Moisés que nos guíe, tenemos que seguir adelante.

Sal del discurso y actúa. Nuestro destino depende de que tomemos la dirección correcta y superemos las estructuras arcaicas que obstaculizan nuestro desarrollo económico y social. En verdad, debemos alejarnos de lo que dijo Roberto Campos: “Brasil no pierde la oportunidad de perder una oportunidad”.

 

Reforma Tributaria: ¡Pilar para un Brasil más justo y desarrollado!

La Reforma Tributaria está cada vez más cerca de ser una realidad en nuestro país. Y ETCO está atento y comprometido con este importante debate. Desde hace 20 años defendemos y fomentamos la ética empresarial, promoviendo un mercado más justo y transparente.

Entendemos que el tema tributario es fundamental para el desarrollo económico y social de Brasil. Por ello, defendemos pilares fundamentales para una reforma eficiente: seguridad jurídica, simplificación de trámites, racionalización de procesos y no incremento de la carga tributaria.

Creemos que la Reforma Tributaria es una oportunidad única para impulsar a nuestro país, generando más inversiones, empleos e ingresos. Además, es necesario combatir prácticas ilícitas, como la evasión fiscal y la persistencia de los deudores, que perjudican a la sociedad en su conjunto.

Nuestras propuestas están en línea con estudios y evaluaciones realizadas en alianza con reconocidas consultoras, demostrando la importancia de enfrentar los litigio fiscal y economía subterránea, involucrando billones de reales.

Es en vista de este escenario que, con el avance de la propuesta de reforma tributaria en el parlamento brasileño, ETCO cree que es necesario profundizar el tema para asistir en las decisiones de los poderes constituidos, especialmente el legislativo. Todo ello con el objetivo de mejorar el entorno empresarial, aumentar la seguridad jurídica y luchar de forma eficaz y eficiente contra la evasión fiscal.

Así, los pilares de cualquier propuesta tributaria deben garantizar (i) seguridad jurídica; (ii) simplificación de trámites tributarios e inspección en tiempo real; (iii) agilización de procesos; (iv) falta de aumento de la carga tributaria; (v) definición de tarifas uniformes, librando la guerra fiscal; y (vi) exención de exportaciones (con el mantenimiento de inmunidad y créditos existentes).

Teniendo en cuenta las propuestas presentadas inicialmente al parlamento, es importante destacar algunos temas:

  1. En cuanto a la institución del impuesto selectivo, defendemos que, de adoptarse:
  2. Ser de carácter restringido, con previsión de incidencia "ad rem" y "ad valorem", según el sector productivo que expresamente defina la ley -no en términos constitucionales-, para que se dé flexibilidad al gobierno para adaptarse a la realidad y necesidad efectiva de su implantación;
  3. Debe haber, en el propio texto constitucional, mecanismos y límites que impidan que el impuesto selectivo sea utilizado como forma de aumentar los ingresos para cerrar el déficit público;
  4. La pretensión de crear o aumentar deberá estar debidamente sustentada en dicho proyecto de ley por estudios previos de impacto económico y social que lo justifiquen;
  5. Debe tener sus limitaciones muy claras en la Constitución Federal (tasa máxima), así como, tratándose de bienes ya sujetos al gravamen de la Contribución sobre el Dominio Económico (CIDE), debe acompañarse de los ajustes necesarios en el texto constitucional, a fin de evitar la acumulación de impuestos; Es
  6. El impuesto no debe ser discriminatorio;
  7. Debe garantizarse el mantenimiento de los créditos acumulados bajo el antiguo régimen -aunque su uso, por las circunstancias de cada contribuyente, no se produzca dentro del período transitorio, debe existir una forma de mantener estos créditos-, con la expresa definición en el propio PEC sobre la devolución de los créditos acumulados y la monetización de los saldos de créditos existentes en la transición, con plazo fijo;
  8. En línea con los pilares de la sencillez y la seguridad jurídica, la aplicación del régimen de tributación en una sola fase para determinados sectores, en detrimento del actual modelo de sustitución tributaria “forward”, y
  9. El período de transición debe asegurar la previsibilidad y ajustarse para los casos de operaciones con incentivos fiscales como contrapartida de las inversiones realizadas, equilibrando el período para no aumentar la complejidad del cumplimiento tributario.

De todo lo presentado, es evidente que la Reforma Tributaria representa una oportunidad para elevar a Brasil a un nivel de mayor desarrollo y este momento no puede ser desaprovechado. La garantía de la necesaria seguridad jurídica, la simplificación de la estructura tributaria, el fomento de la formalización de la economía, junto con la reducción del espacio procesal y la lucha contra las prácticas de los deudores habituales, constituyen parámetros y premisas que deben orientar la conformación de un nuevo realidad en la relación impuesto/contribuyente.

Contamos con el apoyo de todos para construir un sistema tributario más justo, transparente y eficiente.

La importancia de las políticas de seguridad pública en la lucha contra el crimen organizado

Para nadie es novedad que el mercado ilegal es una actividad que crece cada vez más en Brasil. Las operaciones delictivas de milicias y facciones, con acciones de contrabando, lavado de dinero e ingreso de armas, drogas y otros diversos productos ilícitos, lamentablemente, encuentran sus ejes de articulación no solo en nuestro país, sino en todo el mundo y deben ser combatidos con empeño. por las fuerzas de seguridad.

Como resultado directo de esta ecuación, tenemos la preocupante repetición de episodios de extrema violencia, con muertes ordenadas por milicias y facciones criminales, ya sea de comerciantes que se niegan a vender productos ilegales o de autoridades de seguridad pública, como en el caso de la ejecución de el fiscal paraguayo Marcelo Pecci – quien investigó casos de narcotráfico, crimen organizado, lavado de activos y financiamiento del terrorismo en la región de la Triple Frontera, entre Paraguay, Brasil y Argentina.

También preocupa la evolución constante en el número de armas, drogas y productos ilícitos, como cigarrillos y plaguicidas, en circulación en el país. Es impresionante la facilidad con que se retroalimenta la actividad criminal, con esquemas de lavado de dinero y corrupción, moviendo miles de millones de reales y, por supuesto, sin pagar impuestos. Este ingenio del delito afecta todo el proceso de inclusión social. La cooptación de menores para prácticas delictivas en las fronteras, así como en las comunidades de nuestras ciudades, es sumamente grave. El futuro de estos jóvenes se ve comprometido por esta flagrante seducción de milicias y organizaciones criminales.

Por hechos como estos, es de suma importancia la actualización y constante inversión en las acciones de combate que realiza el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, en alianza con la Receita Federal y otros organismos de seguridad. Por cierto, asociación e integración son palabras clave, ya que el intercambio de información de inteligencia entre las fuerzas de represión, ya sea a nivel municipal, estatal o federal, es fundamental para socavar el poder de los delincuentes.

Estos frentes de combate son responsables, cada año, de la aprehensión de toneladas de droga, productos de contrabando, así como embarcaciones, armas de fuego y miles de sospechosos involucrados, evitando pérdidas multimillonarias a las arcas públicas de la Nación. Para tener una idea, en los últimos siete años hubo un aumento del 200% en los daños causados ​​por el mercado ilegal a Brasil, de R$ 100 mil millones (2014) a R$ 300 mil millones (2021), según una encuesta de la Foro Nacional Contra la Piratería y la Ilegalidad (FNCP).

El éxito de los operativos integrados de seguridad destaca la importancia, para el Estado y para el conjunto de la sociedad brasileña, de la realización de estas acciones por parte de las autoridades de seguridad pública del nuevo gobierno, en un esfuerzo colectivo de contención del crimen, ya que los desafíos enfrentados son inmenso para operaciones policiales especiales para combatir el crimen en un país de dimensiones continentales, con más de 16 km de fronteras terrestres y fronteras con diez países.

Es importante que todos los brasileños tengan la dimensión exacta de cómo estos problemas afectan a la sociedad, ya sea en la seguridad de los ciudadanos, en la evasión fiscal que desangra las arcas públicas y en los problemas generados en las empresas que actúan dentro de la legalidad y pagan sus impuestos correctamente a la cartera.

Además de las fronteras secas, como se denomina a las fronteras terrestres, es fundamental la presencia de operaciones en las costas marítimas, ya que hemos tenido un incremento en la llegada de productos ilegales provenientes de Asia y Medio Oriente a puertos ubicados especialmente en el Noreste. Es un frente que siempre debe ser fortalecido con acciones de fiscalización, ya que representa una amenaza continua.

Las autoridades de seguridad pública de Brasil, al mantener su enfoque y atención en la lucha contra el crimen organizado, invirtiendo continuamente en nuestras fronteras continentales en programas de seguridad y extensión social, responderán a un grito de todos los brasileños.

 

La ética digital y los objetivos de la ONU

En los últimos años, los temas relacionados con la ética en el mundo empresarial han sido cada vez más debatidos con el objetivo de orientar conductas y mejorar la convivencia en el mercado.

El Instituto Brasileño de Ética en la Competencia – ETCO, defiende esta causa desde hace veinte años, proponiendo iniciativas y ampliando debates, demostrando que el respeto por la ética y la ley son factores que incentivan el desarrollo, brindando seguridad jurídica, factor fundamental para atraer inversiones y generación de empleos e ingresos.

Esta visión pionera, en la última década, se vio fortalecida por la acción de la ONU en la definición de los llamados Objetivos de Desarrollo Social, los ODS, que deben orientar las acciones para lograr resultados al año 2030. Esta agenda estimuló la adopción de métricas ESG en el mundo empresarial, orientando la consecución de objetivos encaminados al respeto efectivo del medio ambiente, las relaciones sociales y las mejores prácticas de gobierno.

Estos cargos están directamente relacionados con el combate a las conductas indebidas y la defensa del cumplimiento de la ley, fortaleciendo acciones: sostenibilidad, logística inversa, reducción de la contaminación, generación de bonos de carbono, derechos laborales, aceptación de la diversidad e inclusión, fomento de la participación, lucha contra la corrupción; cumplimiento de obligaciones tributarias y sociales, defensa de prácticas legales en el mercado, trazabilidad, entre otros.

Sin embargo, junto a las prácticas ESG —favorables a la difusión de valores y principios en el entorno corporativo— se llama la atención sobre el llamado “greenwashing”, que también puede ir acompañado de “socialwashing” y “compliancewashing”, es decir, esto puede no ser cierto La preocupación por la sostenibilidad, el respeto por la sociedad y la lucha contra las desviaciones éticas, estos postulados pueden ser meras declaraciones, constituyendo publicidad engañosa. Por lo tanto, es necesario que las políticas adoptadas sean eficaces, eficientes y eficientes.

Este contexto demuestra que el capitalismo, fundado en la libre empresa, tiene que asumir responsabilidades, incorporando la defensa de los derechos humanos en el gobierno corporativo. La ganancia a cualquier costo no es aceptable y ha sido cada vez más rechazada por la sociedad.

Las redes sociales y los medios de comunicación han ido revelando comportamientos que repelen: empresas atrapadas por prácticas consideradas racistas; aceptación del acoso; utilización de trabajos análogos a la esclavitud, aunque sean realizados por terceros contratados, en definitiva, se denuncia cualquier irrespeto a la dignidad humana y se debe tomar posición por parte de los implicados, dado que las pérdidas reputacionales se dejan sentir rápidamente.

El respeto a los principios y valores destacados por los ESG son ciertamente válidos para las redes sociales, una nueva dimensión de las relaciones humanas, que son cada vez más importantes y que, igualmente, deben respetar la ética y la ley. Después de todo, Internet no puede estar aislado de la realidad, por lo tanto, debe seguir las reglas de la convivencia. La difusión de mentiras, las llamadas “Fake News” que intencionalmente amplían el desconocimiento; la estimulación del odio; la oferta de productos ilegales que dañan la salud; de medicinas milagrosas y procesos de curación, entre otras prácticas identificadas en el espacio digital; deben ser frenados y están siendo objeto de iniciativas legislativas, no sólo en Brasil, sino en todo el mundo. Estas leyes necesitan ser discutidas profundamente, para validar la transparencia y eliminar cualquier relación con la censura, con el objetivo de contener los abusos.

Es interesante notar que siempre que hay un movimiento de control en el entorno digital, hay reacciones que afirman que se está violando el sagrado derecho a la libertad de expresión. Esto sucedió cuando se planteó frenar la oferta de productos ilegales por parte de los marketplaces y, a medida que maduraron las discusiones, se hizo evidente que no se puede confundir oferta con libertad de expresión. Ha habido avances en la configuración de este entendimiento, incluida la participación de los operadores en el mercado digital. Lo mismo debe ocurrir cuando pretenden mezclar la lucha contra la información falsa con la censura.

El entorno digital no hará más que crecer y deberá adaptarse a la legalidad y al respeto a la ética, como debe ser toda actividad humana, ya sea a nivel personal, como en el ámbito institucional y empresarial. Y lo mismo debería ocurrir con el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Este movimiento es irresistible.

Incluso con la promulgación de leyes, como propuesta de resolución de conflictos, sería interesante que se evitara la judicialización con la adopción de medios alternativos, como la mediación, buscando mayor celeridad y seguridad jurídica. Se puede incentivar la autorregulación con la participación de las partes involucradas en la búsqueda de convergencias y consensos, después de todo no es creíble que las grandes empresas, jugadores globales del mercado digital, apuesten por la confrontación y sean contrarias a la ética y la ley.

Seguramente habrá avances y las métricas ESG difundidas por las grandes estructuras corporativas no serán meras declaraciones de buenas intenciones, tanto en el mercado físico como en el digital.

Crece economía clandestina en Brasil

La participación de la economía sumergida en la economía brasileña alcanzó alrededor del 17,8% del PIB en 2022, como lo muestra el Índice de economía subterránea (IES). Este resultado es superior al observado en 2021 (17,4%) y apunta a un retorno al patrón de elevaciones observado en el período previo a la pandemia. El índice construido en una sociedad entre el Instituto Brasileño de Ética y Competencia, ETCO y FGV IBRE mide la evolución de la economía sumergida desde 2003 y busca capturar la evolución de las actividades que operan fuera de las leyes y reglamentos que afectan las actividades formales en el país

Los incrementos observados en el indicador hasta 2019 fueron consecuencia de la crisis iniciada a mediados de 2014, que redujo el sector formal de la economía, y la lenta recuperación de la actividad económica, concentrada en su parte más flexible, la economía informal, que estaba tirando del empleo en el país. Al mismo tiempo, la reducción de las tasas de interés y el lento aumento de los ingresos suavizaron el escenario de crecimiento de la economía sumergida, que sería más fuerte en ausencia de estos factores.

Sin embargo, los acontecimientos de los últimos años asociados con la Pandemia de COVID-19 aumentó el nivel de incertidumbre en relación con el desempeño de la economía de manera extraordinaria. Los impactos negativos en la actividad económica y en el mercado laboral afectaron más intensamente a los trabajadores informales, en comparación con los trabajadores formales. Este cambio en la composición del mercado laboral, con un mayor peso de la formalización, combinado con la fuerte reducción del nivel de actividad económica, contribuyó a la caída del Índice de Economía Subterránea (IES) en 2020.

Luego de la fase más aguda de la pandemia, se inició el proceso de normalización de la actividad económica, dinamizando tanto la economía formal como la informal, registrándose un retorno de la informalidad a los estándares observados en el período previo a la pandemia, en parte provocado por la recuperación más rápida de la informalidad. empleo, lo que era de esperar dada la mayor flexibilidad en este tipo de bonos, así, el Índice de Economía Subterránea (IES), desde 2021, ha vuelto a crecer, revirtiendo la caída observada en 2020.

En los últimos dos años, el retorno de la actividad económica ha significado que tanto la economía formal como la informal hayan experimentado una fuerte recuperación. Sin embargo, la parte informal del mercado laboral mostró una recuperación más fuerte en términos relativos, lo que provocó que las IES presentaran crecimiento en el período, más que compensando la caída que se presentó en la pandemia.

Para comprender más profundamente este tema, ETCO (Instituto Brasileño de Ética en Competición) e IBRE/FGV desarrollaron un índice para el seguimiento de la economía sumergida proporcionando un indicador de la evolución de las actividades informales. La economía sumergida se define como la producción de bienes y servicios no informados al gobierno, deliberadamente, para: evadir impuestos; evasión de aportes a la seguridad social; eludir el cumplimiento de las leyes y reglamentos laborales; evitar costes derivados de las normas aplicables a cada actividad.

El índice comienza en 2003, con el valor más alto de la serie histórica, alrededor del 21% del PIB brasileño. Entre 2003 y 2014, en el período de fuerte expansión del empleo formal, el Índice de la Economía Subterránea mostró una fuerte tendencia a la baja, alcanzando su valor más bajo en 2014 (16,1%). Desde entonces, como consecuencia de la crisis de 2015/2016, el índice ha mostrado una tendencia alcista, interrumpida por la crisis del COVID 19. La normalización de la actividad económica señala un nuevo aumento del índice.

Varios factores estructurales estimulan la formalización del mercado laboral: un aumento en el nivel medio de escolaridad de los brasileños; medidas de simplificação das normais legais que reduzem o custo da formalização como implantação das Notas Fiscais eletrônicas (NFes), o SIMPLES, o MEIA e a expansão do mercado de crédito reduziram a economia subterrânea no país nos anos 2000 ampliando as atividades econômicas em conformidade com la Ley.

Es un hecho que la situación económica tiene un fuerte impacto en la economía sumergida. La crisis de 2015/2016 propició el crecimiento del empleo informal, estimulando sucesivos aumentos en el Índice de Economía Subterránea entre 2015 y 2019.

El avance de la pandemia del Covid-19 generó una fuerte reducción del espacio para los trabajadores informales, provocando que el índice descienda en 2020, con el cambio en la composición del mercado laboral, con un mayor peso de la formalización, combinado con una fuerte reducción en el nivel de actividad económica.

Desde 2021, debido al inicio de la normalización económica y la recuperación más rápida del sector informal, hemos notado un aumento en el Índice de Economía Subterránea, lo que indica un retorno al patrón de aumentos observado antes de la pandemia. En concreto, en el año 2022, el peso de la economía sumergida en el PIB fue del 17,8%. Este valor observado en 2022 muestra que la economía sumergida en Brasil movió algo cercano a R$ 1,7 billones de reales, cercano por ejemplo al PIB de Suecia, que corresponden a algo cercano al 18% del PIB brasileño, según datos del FMI.

Debido a los menores costos, la recuperación del mercado laboral se vio favorecida por el empleo informal, con la posibilidad de un aumento adicional en el indicador de economía sumergida en los próximos años. Por lo tanto, la disminución del índice dependerá de la velocidad de recuperación de la economía y del avance de las reformas necesarias para estimular la economía.

La buena noticia es que los factores estructurales que llevaron a la reducción de la economía sumergida siguen presentes en la economía brasileña. En particular, el proceso de simplificación de normas y reglamentos sigue activo (con perspectivas de expansión por parte del actual gobierno), la educación media brasileña sigue aumentando y el mercado de crédito debería retomar su senda de crecimiento. Además, los efectos de la reforma laboral deben continuar estimulando la formalización del mercado laboral, reduciendo su costo. Por otro lado, la creación del PIX deberá fortalecer, en los próximos años, el uso de mecanismos formales de pago, facilitando la medición de las actividades económicas y, por lo tanto, en el largo plazo, permitiendo la reducción de la participación informal en el mercado brasileño. PIB.

* Edson Luiz Vismona (presidente de ETCO – Instituto Brasileño de Ética en la Competencia) y Fernando de Holanda Barbosa Filho – economista de FGV/IBRE

gasto

El título de este artículo hace referencia a una palabra aún no incorporada en los diccionarios brasileños. En Portugal, sin embargo, ya ha sido avalada por el reputado diccionario de la Academia de Ciencias de Lisboa, que la define como la “práctica que consiste en el desembolso exagerado de dinero, en la realización de gastos o gastos excesivos y de escasa utilidad evidente”. , especialmente por parte del Estado u otras entidades públicas”.

En la campaña electoral reciente, no escuché a ningún candidato a ningún cargo mencionar el recorte de gastos innecesarios. Por el contrario, muchos defendieron, muchas veces como un mero llamamiento demagógico, la ampliación de los gastos.

Es razonable admitir que algunas propuestas de nuevos gastos están justificadas, pero deben ir acompañadas de medidas encaminadas a la contención del gasto, de lo contrario su financiación se hará a costa de elevar la conocida alta carga fiscal, o de un aumento irresponsable de la deuda pública.

Además de los eventos climáticos extremos, no se puede ignorar que el próximo gobierno enfrentará un escenario internacional adverso, con inflación y recesión en los países desarrollados, desaceleración económica en China impactando en las exportaciones de materias primas, crisis energética en Europa, hambre en África y una trayectoria impredecible. en la agresión de Rusia contra Ucrania.

En el contexto de las enormes necesidades del Estado brasileño, sería aconsejable, aunque improbable, implementar un programa de reestructuración del gasto público, que honre la eficiencia, proclamada en el art. 37 de la Constitución, y eliminar el gasto.

Existe una lista inagotable de gastos que drenan los ingresos y comprometen la prestación de los servicios públicos: el malvado presupuesto secreto, fuente permanente de malversación de dinero público y corrupción; los cargos de diputados en el Poder Ejecutivo de la Unión, Estados y Municipios; cuotas de “representación” parlamentaria; la retribución y “asesoramiento” de los concejales de pequeños municipios, que subsisten a expensas de las transferencias; la remuneración de los agentes públicos por su participación en directorios de empresas estatales; el horario de trabajo de la policía militar, que permite la prestación de servicios privados o la participación en “milicias”; las “indemnizaciones” en los Poderes Legislativo y Judicial, y en el Ministerio Público; el exceso de representaciones diplomáticas en el exterior, sin ningún fundamento económico o político; vacaciones dobles y conversión en remuneración, vacaciones especiales y recesos en el Poder Judicial y el Ministerio Público. ¿Utopía? Seguramente.

 

LA INTERDEPENDENCIA DEL ESTADO BRASILEÑO

A lo largo de la historia de Brasil, hemos recorrido un extenso camino hacia la consolidación de una identidad nacional y, con ella, la realización de la interdependencia que nos debe unir en la construcción de nuestro destino.

Estos postulados destacan un aspecto fundamental de toda sociedad civilizada: la preservación de la convivencia. Todas las normas existentes buscan preservar las relaciones pacíficas entre las personas, la sustentabilidad ambiental, la superación de las desigualdades sociales, la búsqueda de la justicia y la armonía social. Hay un claro sentido de la utopía que, como enseñó el cineasta Fernando Birri; “La utopía está ahí en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte corre diez pasos. Hasta donde camino, nunca llegaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso es: para que no deje de caminar”.

La vida en sociedad presupone el reconocimiento y la necesidad de preservar nuestras relaciones, fomentando permanentemente la ética, la inclusión, la diversidad, actitudes que, últimamente, también se han valorado en el entorno empresarial con la adopción de métricas ESG, acercando a las empresas, finalmente, la defensa de los derechos humanos. derechos.

Sin embargo, las acciones encaminadas a fortalecer la convivencia están amenazadas. El debate político da fe de una radicalización que ahuyenta el entendimiento, se atacan violentamente las opiniones contrarias, sin apego a la argumentación, y se difunde la “cultura de la cancelación”. Lo contrario no es un adversario sino un enemigo.

Este entorno tiene profundas raíces en nuestra historia. La falta de respeto por los derechos es abundante, patrocinada por funcionarios gubernamentales y apoyada por partes de la sociedad, cada vez más sospechosa según una encuesta global realizada por el Instituto Ipsos. La investigación difundida por Veja muestra que ante la pregunta “¿Confías en los demás?” realizado a 22 personas en una treintena de países, Brasil aparece en último lugar.

Los escándalos de corrupción, la sensación de impunidad que contamina a toda la sociedad, la profunda desigualdad y ciertamente la dificultad para hacer valer los derechos más elementales de los consumidores son claramente nocivos para nuestra convivencia. Sí, nuestro pasado y lo que estamos viviendo en el presente no son esperanzadores, pero pueden servir como combustible para cambiar el futuro.

Recordando que nuestra dependencia mutua es la realidad que debe significar unión y que es posible superar nuestras innumerables dificultades con diálogo, tolerancia, sin servilismo. Así, podemos cuestionarnos y encontrar caminos. ¿Utopía? Tal vez, pero como enseñó Birri, este debería ser nuestro camino.

gasto

El título de este artículo ('Despesismo') se refiere a una palabra aún no incorporada en los diccionarios brasileños. En Portugal, sin embargo, ya ha sido avalada por el renombrado diccionario de la Academia de Ciencias de Lisboa, que la define como la “práctica que consiste en el gasto exagerado de dinero, en la realización de gastos excesivos o de escasa utilidad evidente, especialmente por parte del Estado u otras entidades públicas”.

En la campaña electoral reciente, no escuché a ningún candidato a ningún cargo mencionar el recorte de gastos innecesarios. Por el contrario, muchos defendieron, muchas veces como un mero llamamiento demagógico, la ampliación de los gastos.

Es razonable admitir que algunas propuestas de nuevos gastos están justificadas, pero deben ir acompañadas de medidas encaminadas a la contención del gasto, de lo contrario su financiación se hará a costa de elevar la conocida alta carga fiscal, o de un aumento irresponsable de la deuda pública.

Además de los eventos climáticos extremos, no se puede ignorar que el próximo gobierno enfrentará un escenario internacional adverso, con inflación y recesión en los países desarrollados, desaceleración económica en China impactando en las exportaciones de materias primas, crisis energética en Europa, hambre en África y una trayectoria impredecible. en la agresión de Rusia contra Ucrania.

En el contexto de las enormes necesidades del Estado brasileño, sería aconsejable, aunque improbable, implementar un programa de reestructuración del gasto público, que honre la eficiencia, proclamada en el art. 37 de la Constitución, y eliminar el gasto.

Existe una lista inagotable de gastos que drenan los ingresos y comprometen la prestación de los servicios públicos: el malvado presupuesto secreto, fuente permanente de malversación de dinero público y corrupción; los cargos de diputados en el Poder Ejecutivo de la Unión, Estados y Municipios; cuotas de “representación” parlamentaria; la retribución y “asesoramiento” de los concejales de pequeños municipios, que subsisten a expensas de las transferencias; la remuneración de los agentes públicos por su participación en directorios de empresas estatales; el horario de trabajo de la policía militar, que permite la prestación de servicios privados o la participación en “milicias”; las “indemnizaciones” en los Poderes Legislativo y Judicial, y en el Ministerio Público; el exceso de representaciones diplomáticas en el exterior, sin ningún fundamento económico o político; vacaciones dobles y conversión en remuneración, vacaciones especiales y recesos en el Poder Judicial y el Ministerio Público. ¿Utopía? Seguramente.