Fuente: Gazeta Mercantil, 16/08/2005

Por Emerson Kapaz

16 de agosto de 2005 - Hay una forma mejor que la que se ha hecho hasta hoy. El justo equilibrio entre el valor de los impuestos y la democratización de la base impositiva es la forma más efectiva de organizar el sistema tributario, inhibiendo la evasión fiscal y, como resultado, los impactos negativos de la competencia ilegal. Sin embargo, Brasil, en toda su historia, ha ido en la dirección opuesta, con consecuencias más dañinas para el desarrollo.

La primera es la cultura de la evasión fiscal que afecta a toda la cadena productiva y genera un poderoso diferencial competitivo para las empresas que actúan de manera ilegal, aquellas que no cumplen con sus obligaciones tributarias o se dedican al contrabando y la “piratería”. Además de las arcas públicas, quienes salen perdiendo en el proceso son precisamente los trabajadores que, cuando pierden el empleo formal, se ven privados de mejores condiciones de ingresos y crecimiento profesional.

Al mismo tiempo, pierde la economía porque, en el enfrentamiento con la competencia ilegal, una de las primeras víctimas es la competitividad. Y todavía hay pérdidas en cadena para toda la sociedad que, sin darse cuenta, está destruyendo su capacidad de generar riqueza, socavando sus valores esenciales.

Por todo ello, el Instituto Brasileño de Ética en la Competencia (Etco) tomó la iniciativa de realizar, en colaboración con la Fundación Getúlio Vargas, un estudio sobre los impactos de la carga tributaria en los distintos sectores de la economía, con la firma propósito de contribuir a la construcción de una agenda positiva, en busca de un nuevo ciclo de progreso y desarrollo sostenible. Las raíces del trabajo se encuentran en la propuesta inicial de la entidad, realizada hace tres años, cuando buscaba enfocar la atención en cuatro frentes principales: conciencia de los males de la competencia ilegal, impunidad por la lentitud del Poder Judicial, burocracia excesiva y impuestos altos.

En los últimos años, en mayor o menor medida, se han atacado todos los impasses, a excepción del candente tema de los impuestos. Para que la competencia ilegal retroceda y el país vuelva a crecer, debemos admitir que, más que una reforma tributaria, hoy es imperativa una revolución tributaria que modernice y revitalice el sistema. Reconocemos la necesidad de actuar para viabilizar ese cambio y fortalecer sus fundamentos lógicos. Este estudio es una contribución en este sentido. La novedad es un simulador de escenarios capaz de mostrar con precisión lo que los Estados y la Nación tienen que ganar con la revolución fiscal. O perder, en el caso de que no salga del papel o se limite a soluciones paliativas.

En los últimos diez años, el sistema tributario ha sido sensible al aumento de diferentes impuestos, que pasaron del 24% a más del 36% del PIB.

A la luz de los números, lo que queremos destacar es algo muy sencillo. Aquellos que suben los impuestos sin planificación, solo preocupados por encontrar fuentes de financiamiento para el gasto en maquinaria estatal, están limitando la expansión de los mercados y evitando que la competencia juegue un papel natural y saludable para el desarrollo económico. Esta relación negativa sugiere que la razón, y no los intereses políticos, es que debe orientar las decisiones en el presente en este campo estratégico vital que es el sistema tributario.

Con este estudio, queremos demostrar que hay un camino mejor por recorrer que el que hemos estado hasta hoy y que está a nuestro alcance. Y, más que nunca, se convierte en una alternativa viable para expandir y dar consistencia a la agenda positiva que todos los brasileños estamos decididos a llevar del plano de las ideas al campo de la realidad práctica. Cuanto más rápidas e intensas sean las acciones, mayores serán los beneficios para el país y la comunidad.

kicker: Para que la competencia ilegal disminuya tenemos que admitir que hoy, una revolución fiscal es imperativa

Emerson Kapaz - Presidente del Instituto Brasileño de Ética en la Competencia (ETCO).