El abuso no puede dejar de usar

por ETCO

Fuente: O Tempo (BH), 23/07/2005

Por Emerson Kapaz


El impacto de los castigos en quienes participan en prácticas ilegales de competencia se ha observado desde un ángulo que tiende a distorsionar el enfoque en el corazón del problema. El trabajo que la Policía Federal ha estado haciendo en el transcurso de un año es, con mucho, el mayor emblema de esta realidad que anula la vieja convicción de que en Brasil las leyes no se hacen cumplir. Hoy, debido a la presión de la sociedad, el medio ambiente ha cambiado. ¿Evasores de impuestos, contrabandistas y falsificadores? comúnmente llamado? piratas? ? han sido arrestados y procesados.


La rendición de cuentas ante la ley y los competidores se está convirtiendo en un tema explosivo más rápido de lo que cualquiera podría imaginar. En esta área, el Instituto ETCO se está convirtiendo en una fuerza contraria efectiva. Desde que comenzó a actuar, ha contribuido a innumerables avances, entre ellos los IPC de Piratería y Combustible, que proporcionaron a los Ingresos Federales y a la Policía Federal abundante información sobre el universo de la ilegalidad.


Sin embargo, las reformas siguen siendo el centro de preocupación. Han sido discutidos por más de una larga década sin un resultado. Reformar y castigar la ilegalidad: estos dos ejes deben ir juntos para que la sociedad pueda construir efectivamente un modelo saludable de competencia. Por lo tanto, es inevitable encontrar un equilibrio. Los impuestos deben ser más bajos para que aumente la base de contribuyentes.


Las etapas de construcción de un nuevo modelo serán arduas. Hay muchos conflictos por armonizar, muchos mitos que necesitan caer. Una es que las empresas que no respetan la ley deben ser consideradas con cierta complacencia porque crean empleos en un país con exceso de desempleo. Esto explica en parte el tono emocional con el que se han interpretado los arrestos recientes realizados por la Policía Federal. Sin embargo, es imposible vivir con empresas que no cumplen con la legislación.


Por lo tanto, la policía tiene que castigar, evitando naturalmente los abusos y abriendo la posibilidad de crear incentivos para las empresas que actualmente son ilegales para pasar a la legalidad. Es una relación de causa y efecto que es saludable. En el momento en que toman forma, los castigos naturalmente tenderán a despojarse de su carácter espectacular, para ser parte de la rutina, es decir, el abuso no limitará su uso.


Presidente Ejecutivo del Instituto Brasileño de Ética Competitiva (ETCO)

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