Acuerdo para poner fin a la guerra fiscal
Fuente: Legiscenter, 22/08/2007
Los secretarios de Hacienda estatales prácticamente cerraron ayer un acuerdo mayoritario para poner fin a la guerra fiscal y transformar el Impuesto a la Circulación de Bienes y Servicios (ICMS) en un impuesto cuya recaudación se concentrará en los estados consumidores.
Solo tres gobiernos estatales - en Espírito Santo, Goiás y Paraíba - amenazan con no garantizar la unanimidad necesaria para convertir el proyecto de acuerdo en un acuerdo formal e histórico en el Consejo Nacional de Política Agrícola (Confaz).
El texto con la propuesta para validar todos los incentivos fiscales vigentes y, a partir de ahora, eliminarlos gradualmente, será presentado a la próxima reunión de Confaz, el 4 de septiembre. Si no se logra la unanimidad, la idea de los secretarios es presentar el anteproyecto como una propuesta de reforma tributaria para la gran mayoría de los estados, lo que facilitaría su aprobación en el Congreso Nacional, donde no se requiere consenso, sino solo apoyo de dos tercios de los Estados Unidos. los estados parlamentarios.
En términos numéricos, los escaños de los tres estados que, en principio, tienen reservas sobre la propuesta de la mayoría, suman solo 35 diputados de un total de 513 (menos del 7%).
El problema es que, si el fin de la guerra fiscal depende del voto de la reforma tributaria, otros temas pueden atravesar el debate y retrasar o impedir la culminación de los cambios.
El éxito del gobierno en la obtención de la firma del convenio en Confaz, en cambio, eliminaría la mayoría de los obstáculos que existen para la aprobación de la reforma tributaria, permitiendo que la discusión en el Congreso se centre en el nuevo modelo de tributación en el país y no en la disputa de interés para los estados.
Consenso - La dificultad para viabilizar el acuerdo es que, como organismo representativo de todos los estados, Confaz solo puede tomar decisiones por consenso. Es él quien tiene la tarea, por ejemplo, de autorizar una reducción en el pago de impuestos, los llamados beneficios fiscales.
Por ello, todos los contratos de incentivos fiscales firmados por los gobiernos estatales en las últimas dos décadas están sujetos a impugnación judicial, lo que llevó a los secretarios a reunirse para buscar una solución honorable al problema de la guerra fiscal.
Según el texto acordado ayer, habría una solución definitiva a las disputas pasadas, todos los beneficios que quedaron hasta el día de hoy serían formalmente validados. Pero, a partir de hoy, estaría prohibido el otorgamiento de nuevos beneficios fiscales a empresas de los estados. Lo que ya ha sido concedido seguirá siendo válido durante algún tiempo todavía, pero dentro de ciertas reglas establecidas.
Los beneficios del sector comercial, por ejemplo, deberían ser revocados inmediatamente, mientras que los del segmento industrial podrían mantenerse íntegramente hasta finales de 2011 y luego reducirse progresivamente hasta el final de los contratos.
A partir de 2012, debido a la propuesta correcta, la tarifa del ICMS cobrada por los estados que producen los bienes también se reduciría del actual 12% (Noreste) y 7% (Sureste) a solo 4%. El resto del impuesto ahora lo embolsarían los estados receptores o los consumidores, como es común en el mundo desarrollado.