El arzobispo de Río visita la primera favela urbanizada de la ciudad

por ETCO

Fuente: Agência Rio de Notícias - RJ - 05/10/2009

El arzobispo de Río de Janeiro, Dom Orani João Tempesta, realizó una visita a la comunidad de Brás de Pina, en la Zona Norte de Río, el primer barrio pobre urbanizado de América Latina, por invitación del Padre José Sans Artola. Los líderes comunitarios señalaron la visita como "una enorme expectativa de que se logren nuevos avances sociales en la zona".

En la sede de Irsaned (Irmandade Santa Edviges de Brás de Pina), Dom Orani fue recibido por el Embajador Marcilio Marques Moreira, Gran Canciller de Informália y presidente del Foro Informal Mundial, quien presentó una breve historia de la urbanización en los barrios marginales, siendo Brás de Pina el pionero, además de explicar la relevancia de estudiar el fenómeno “Informalidad” y dos temas transversales. Estuvieron presentes varios religiosos, dando apoyo de otras comunidades a la iniciativa del Padre Artola.

Los líderes comunitarios, empresarios comunitarios formales e informales presentes en el evento destacaron el hecho de que la presencia de la Iglesia, representada por el Arzobispo de Río, hace que sea más viable abordar cuestiones como la comprensión de la informalidad como una opción válida para combatir el desempleo. . El ex ministro Marcílio Marques Moreira dijo que con el Foro Mundial de Informalidad, Irsaned busca aportar importantes subsidios al estudio del tema y la formulación de propuestas concretas para los gobiernos.

Un paseo por Dom Orani por las calles de la favela despertó la alegría y la curiosidad de varios residentes. El padre Artola enfatizó que la visita del arzobispo de Río fue "un honor para todos, ya que mostró claramente la proximidad de la Iglesia a la población pobre de la ciudad".

Dom Orani hizo hincapié en que ha visitado varias comunidades, algunas de ellas incluso por sorpresa, con el objetivo de mostrar que la Iglesia se está acercando a la gente. Dijo que el tema de la informalidad debe analizarse de una manera que no obstaculice las iniciativas legítimas, sino que también tenga en cuenta los problemas laborales, de modo que no haya un mal uso del proceso, en detrimento de los trabajadores.


(MG)

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