Al margen, hacer que un PIB no sea insignificante

por ETCO

Fuente: Valor Econômico - EU & INVESTIMENTOS - 13/08/2009

"Economía subterránea" - Vito Tanzi, Friedrich Schneider, Fernando de Holanda Barbosa Filho.


Campus / Elsevier. Precio a definir

Economía clandestina, informal e ilegal. Independientemente del nombre dado al fenómeno o las diferencias conceptuales de cada uno, el hecho es que en todas partes del mundo hay una fracción de la sociedad que vive fuera de las instituciones y del sistema legal. Son ciudadanos o empresas que evitan pagar impuestos, obligaciones, regulaciones excesivas o que albergan el producto de la corrupción en este mercado negro. Para los economistas ha sido un gran desafío desde la década de 1970 medir el alcance de esta práctica, su daño a la economía de mercado y la competencia, y comprender las razones que inducen a una parte del sistema económico a vivir en la marginalidad.

El libro “Economía subterránea” reúne tres artículos de expertos en el tema para realizar una radiografía contemporánea de la actividad informal en Centro y Sudamérica.

Vito Tanzi, consultor senior del Banco Interamericano de Desarrollo, un respetado experto en política tributaria, escribe sobre “La economía sumergida, sus causas y consecuencias”. Friedrich Schneider, profesor de la Universidad Johannes Kepler (Austria), es una autoridad en economía clandestina y se ocupa de la “economía informal en América Latina”, centrándose principalmente en Brasil y Colombia. El tercer artículo es de Fernando de Holanda Barbosa Filho, del Instituto Brasileño de Economía (Ibre), quien aplica el método MIMIC (Indicadores Múltiples, Causas Múltiples) para estimar el alcance de la economía sumergida en Brasil, que, según él, ha crecido casi 10 % entre 2003 y 2006.

Schneider estima que la economía sumergida en la región ronda el 41% del PIB. El aumento de las cargas fiscales y de seguridad social estaría entre las principales causas, además de la sobrerregulación, el desempleo, la percepción de corrupción en la sociedad y la rigidez del mercado laboral. Brasil, dice Schneider, es el país con la legislación más estricta en relaciones laborales, seguido por México y Argentina.

La complejidad de la legislación y el exceso de obligaciones accesorias son una invitación a la expansión del mercado informal. Tanzi recuerda que en 1913, cuando el gobierno introdujo la legislación del impuesto sobre la renta en los Estados Unidos, las leyes y reglamentos abarcaban 400 páginas. En 2006, había 65 mil páginas y ya había 600 formas diferentes de formularios.

Las estimaciones para los 21 países encuestados se realizaron en seis momentos diferentes, desde 1999/2000 hasta 2005/2006.


En Brasil, la actividad subterránea representó alrededor del 39,8% del PIB en el primer período, aumentó al 42,3% en 2002/2003 y en el último período cayó al 39,4%. En Bolivia, esta actividad representaría algo así como el 67,2% del PIB. En Chile, es del 18,5%, la menor incidencia en la región. Le siguen Costa Rica (26,3%) y Argentina (27,2%).

El prólogo está firmado por Everardo Maciel, exsecretario de Hacienda Federal y actualmente asesor fiscal. Maciel no solo resume los tres estudios, sino que puntúa la discusión con varias preguntas. Schneider, por ejemplo, considera que los impuestos indirectos son una causa relevante de la economía sumergida en Brasil y Colombia. Maciel pregunta si es posible hacer una clara segregación entre tributación directa e indirecta. No está de acuerdo con la opinión de que en Brasil los altos costos de cumplimiento para los contribuyentes los inducen a la informalidad y plantea, como hipótesis alternativa, la excesiva constitucionalización del sistema tributario nacional, proceso que conduce a la “judicialización” del asunto y al aumento de costos. empresas.

El tema es, sin duda, complejo y los economistas todavía andan a tientas en su estudio. Pero Tanzi no considera que las inexactitudes y las dificultades sean motivo de incredulidad en el avance del debate. "Es mejor estar vagamente en lo cierto que precisamente equivocado", dice el economista, que ha estado en el FMI durante muchos años, citando a Keynes.
 

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