Inversiones tímidas, gran evasión fiscal

por ETCO

Fuente: Intelog (Porto Alegre / RS) - 25/07/2010

La situación de la economía informal es realmente preocupante, ya que genera algo cercano a R $ 600 mil millones y una estimación de André Franco Montoro Fillho, presidente ejecutivo del Instituto Brasileño de Ética en la Competencia (Etco), indica que la evasión fiscal en este segmento es alrededor de 200 mil millones al año.

Este valor acaba siendo digno de destacar si consideramos que las inversiones anuales del gobierno federal se acercan a los R $ 30 mil millones.

La participación porcentual de este sector fuera del ranking oficial en relación al Producto Interno Bruto (PIB) es del 18,3%. Hubo una leve disminución en la comparación con esta porción del PIB de 2003, cuando esa cifra fue del 21%.

Los índices fueron levantados por el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getúlio Vargas (Ibre-FGV), bajo la orden del Instituto Etco. Para el profesor Fernando Holanda Barbosa Filho, quien coordinó el trabajo de recolección de datos, la reducción del campo de la informalidad, aunque hoy sigue representando un monto equivalente a la economía argentina, se debió a algunos factores predominantes.

Entre ellos, enumeró la expansión del crecimiento del PIB, el aumento del número de personas con contrato laboral en el mercado laboral y el aumento de la base crediticia.

Luiz Schymura, director de Ibre, presentó otras causas de esta reducción de la informalidad. Citó expresamente el aumento de la actividad económica del país, que da más condiciones para que los empresarios bondadosos busquen formas de legitimarse ante la sociedad y los poderes públicos.

Agregó que si el país crece alrededor del 7% del PIB en 2010, es posible que se reduzcan los niveles de informalidad.

Debe intensificarse la campaña para reducir la evasión fiscal asociada a la informalidad, que en ocasiones coquetea con el crimen organizado, como es el caso de la piratería.

Sin embargo, es necesario que las autoridades se muestren capaces de administrar bien los recursos públicos, para no legitimar un discurso que utiliza temas específicos de ineficiencia para justificar el escape de obligaciones con las Autoridades Tributarias.

Nada puede sustentar afirmaciones irrazonables, pero es necesario que los administradores estatales estén realmente preocupados por presentar buenos servicios a la población.
 

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