Contribución al debate fiscal.

por ETCO

Fuente: Diário da Manhã - GO - 23/07/2009

Por lo general, tanto en Brasil como en otras partes del mundo, cuando se habla de reforma fiscal, el tema se trata de manera restringida. La prioridad siempre es recuperar la carga fiscal neta del sector público. Disposiciones como combatir la evasión fiscal, gravar las ganancias de capital y reducir los incentivos y subsidios a menudo se evalúan como un medio para aumentar los ingresos del gobierno. Los aspectos relacionados con la eficiencia de los mecanismos fiscales, su equidad, sus costos, sus incidencias y otros puntos importantes quedan relegados a un segundo plano.

La amplia reforma tributaria que Brasil necesita implica discutir todos estos temas. Sin embargo, dentro de un contexto en el que el responsable de la política económica no se limita a las instituciones fiscales existentes.

Brasil tiene una de las estructuras fiscales más complejas del mundo. Existen innumerables formas de impuestos. Hay alrededor de doce impuestos y docenas de tarifas y contribuciones. Finalmente, una parafernalia de formas y medios impositivos que hace imposible cualquier conclusión confiable sobre las características del sistema brasileño. No hay forma de saber con precisión si es regresiva o no; cuáles son sus impactos asignativos; ¿Cuál es su eficiencia? Una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial clasificó al sistema tributario brasileño como el más ineficiente entre los 117 países consultados.

En enero de 1990, en un artículo publicado en el periódico Folha de S.Paulo, titulado "Por una revolución fiscal", propuse un nuevo sistema fiscal llamado Impuesto Único sobre las Transacciones. La propuesta delimitó una línea divisoria entre el pensamiento tributario ortodoxo, basado en el mantenimiento del sistema tributario declarativo actual, y una corriente innovadora que propuso como base impositiva una estructura simple, automática, integral y de bajo costo, incorporada en la tributación de las transacciones financieras. a través del sistema bancario, un cheque fiscal.

La propuesta de crear un sistema de recaudación de impuestos basado en el principio de la tributación única tiene raíces históricas que se remontan al menos a tres siglos atrás. La dificultad de su implementación siempre ha sido la imposibilidad de identificar una base impositiva lo suficientemente amplia como para permitir la recaudación necesaria con tasas moderadas. Las condiciones para identificar una base capaz de satisfacer las necesidades del Impuesto Único surgieron con la verificación de que la economía brasileña contempla un nivel reducido de monetización (3% del PIB). Por lo tanto, el movimiento financiero en los bancos sería el camino para la unificación de impuestos de una manera eficiente y efectiva.

He estado estudiando el Impuesto Único durante casi veinte años, que ya se ha convertido en un proyecto que se puede votar en el Congreso, y en los últimos días lancé en los Estados Unidos una nueva contribución al debate, que es el libro Transacciones bancarias: camino hacia el ideal del impuesto único (disponible en www.amazon.com/books) El trabajo será una referencia importante para que la soñada reforma tributaria brasileña pueda llevarse a cabo de acuerdo con las necesidades reales de los contribuyentes brasileños que sufren.

Marcos Cintra tiene un doctorado en Economía de la Universidad de Harvard (EE. UU.) Y es profesor y vicepresidente de la Fundação Getulio Vargas

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