Deconstruyendo la confusión fiscal

por ETCO

Autor: Roberto Mateus Ordine

Fuente: Anamaco - São Paulo / SP - 26/07/2010

Cuando el actual sistema tributario entró en vigencia a mediados de los años sesenta, la economía brasileña estaba experimentando otra realidad. La industria automotriz solo estaba en su infancia y todavía no existíamos para el mundo. Nuestra economía se basaba en el mercado interno. Nuestras exportaciones se limitaron a café y algunos productos.

El Código Tributario Nacional, promulgado por la Ley N ° 5.172 / 1966, introdujo el actual Sistema Tributario Nacional, un sistema moderno para la época, el resultado del trabajo de una comisión de reconocidos abogados fiscales, dirigida por el difunto Rubens Gomes de Souza.

Ha pasado el tiempo y el mundo ha sufrido transformaciones radicales. Las distancias se acortaron y Brasil ganó una posición destacada, teniendo en este momento todo para jugar un nuevo papel en la economía mundial. Nuestro sistema tributario, sin embargo, sigue siendo el mismo y más complicado, con una carga tributaria asfixiante y una burocracia fiscal aterradora; con la introducción irrazonable de formularios e información tributaria, incompatible con el mundo actual.


Desde su implementación hasta nuestros días, CTN ha sufrido tanta violencia, con la aparición de impuestos discutibles y un aumento de impuestos, lo que causaría vergüenza a sus nobles autores. La carga impositiva actual bordea el 36% del PIB, con una recaudación creciente, superior a los billones de reales para este año.


En la misma estela del éxito, la máquina de impuestos se ha vuelto más sofisticada, creando uno de los controles fiscales más eficientes del mundo. Por otro lado, los contribuyentes que no han podido mantenerse al día con esta mejora en el sistema tributario se están volviendo más complicados, tanto con respecto a los impuestos como al cumplimiento de las obligaciones accesorias. Hay tantos controles fiscales requeridos por la Unión, los Estados y los municipios, que los pequeños contribuyentes no pueden cumplir adecuadamente.

Frente a este oscuro escenario, todos claman por una reforma tributaria, para simplificar esta verdadera suma, con la esperanza de una reducción en la carga excesiva de impuestos y contribuciones, que, a su vez, se reflejan en el aumento del costo de vida de la población. Hay tantos impuestos (directos e indirectos) integrados en la cadena de producción, que nuestros precios pierden competitividad.

Sin embargo, después de varios intentos, la reforma tributaria se pospuso, precisamente debido a la dificultad de conciliar los intereses de las entidades federales, que aprueban la idea, siempre que no pierdan ingresos, bajo el argumento de que sin ella, no podrán cumplir su función. público

Por lo tanto, queda poco por hacer, excepto encontrar una alternativa para mejorar el sistema tributario actual, sin el sueño de una reforma. Quizás la mejor manera es deconstruir el cipoal normativo creado durante estos cuarenta años de vida de CTN. La deconstrucción puede ser la forma de simplificar el sistema; reduciendo drásticamente el número de formas y controles de impuestos, además de bajar los impuestos, a través de tasas reducidas. Todo esto a través de la legislación infra constitucional, donde se eliminaría el exceso, introducido en el período pasado. Para esto, sin embargo, se necesita la voluntad política del gobierno.


Para el contribuyente pobre, hay poco interés en el mecanismo legal que se utilizará, siempre que haya una reducción en la carga tributaria. Esto se debe a que, tanto para el empresario como para el consumidor, lo importante es el costo más bajo en el precio final de los bienes. Sin una medida de esta naturaleza, continuaremos arrastrando la historia, perdiendo ventas a los importados de países que han tenido esta visión fiscal en el pasado.

* por Roberto Mateus Ordine, director legal de Anamaco.


Fuente: Anamaco

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