Jeitinho perturba la economía, dice libro

por ETCO

Autor: Julio Wiziack

Fuente: Folha de S. Paulo, 27/02/2008

El trabajo fue escrito por consultores y aliados del gobierno de FHC; sin connotación política, los autores señalan formas

INFORMES LOCALES

Un estudio del Banco Mundial revela que las empresas brasileñas declaran que solo dos tercios de su volumen de ventas están exentos de impuestos. Una encuesta del Instituto Latinobarómetro muestra que Brasil ocupa el puesto 16 entre los 18 países que más violan las leyes. Indicadores como estos son reflejos del famoso “camino brasileño” que, según el libro “Cultura de las transgresiones, lecciones de Brasil”, tiene los días contados.

El libro, que se estrenará hoy en São Paulo, fue coordinado por Fernando Henrique Cardoso y Marcílio Marques Moreira, y escrito por André Franco Montoro Filho, Bolívar Lamounier, Joaquim Falcão, José Murilo de Carvalho y Roberto DaMatta.

Según los autores, Brasil se ve obligado a lidiar con el “engaño” y los costos que trae al país debido a las presiones internacionales.


"La integración de la economía brasileña con la de las naciones más globalizadas está obligando al país a avanzar en este tema", dice Montoro Filho. "En el mundo global, China, India y Brasil están bajo presión para cumplir con las reglas de buen gobierno y esto termina reflejándose internamente".

Se puede citar como ejemplo el reciente embargo europeo sobre la carne brasileña. Para no perder el plazo dado por los europeos, el Ministerio de Agricultura envió una lista con más de 2.600 nombres de propiedades, cuando la Unión Europea esperaba un máximo de 300.

Para los autores del libro, existen otras barreras. El primero es la extensión geográfica de Brasil y las diversidades regionales. "Existe una legislación común que incluye a personas que viven en realidades totalmente diferentes", dice Montoro Filho. "Terminan distanciándose del gobierno y buscando sus propias soluciones", dice. "Como las leyes tienen enormes lagunas para las interpretaciones, se crea una enorme inseguridad jurídica", dice.

El problema es que esta práctica estaba tan arraigada en la sociedad brasileña que afectó su economía. Según los autores, la evasión fiscal se ha convertido en una práctica colectiva, lo que ha provocado sucesivos incrementos de la presión fiscal. La piratería y la informalidad han desequilibrado la competencia y han afectado los trabajos formales.


Para empeorar las cosas, según los autores, todo puede ser cuestionado en los tribunales. Una encuesta de la investigadora Maria Tereza Sadek revela que, en 2007, las empresas brasileñas estuvieron entre las que más tiempo dedicaron a cumplir con sus obligaciones tributarias. Perdieron, en promedio, 108 días y 9 horas encontrando formas no solo de cumplir con las reglas, sino también de eludirlas.

Para Roberto DaMatta, por primera vez en la historia, el país comienza a lidiar con estas barreras históricas. Antes se decía que la inflación nunca sería domesticada. "Los factores decisivos para el cambio fueron las negociaciones políticas y económicas, no los contextos sociales".

Por eso, Montoro Filho defiende la descentralización política como una forma de avanzar contra la cultura del “jeitinho”. “La Unión perdería un poco de su fuerza, permitiendo que la gente se acercara a sus gobiernos en los Estados”, dice.

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