La informalidad se duplica en el país

por ETCO

Autor: Ricardo Rego Monteiro

Fuente: Jornal do Brasil, 13/03/2008

El peso económico de las actividades ilícitas prácticamente se duplicó en Brasil entre 1995 y el año pasado. Al menos, esto es lo que concluye una encuesta realizada por el economista austriaco Friedrich Schneider, de la Universidad de Linz, Austria, quien comparó el nivel de informalidad en la economía brasileña con otros 20 países de América Latina. Creador de una metodología de cálculo que mide la importancia de la llamada economía sumergida para un país, Schneider revela que, si la actividad irregular produjo el equivalente al 20,71% del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño en 1995, en 2007 se convirtió en responsable de un valor equivalente al 40,23% de la riqueza total.

La buena noticia es que, desde 2004, cuando alcanzó el 42,60% del PIB, el peso de la actividad ilícita ha disminuido en el país, a raíz de la reanudación de tasas de crecimiento más vigorosas. Para este año, las proyecciones de Schneider indican una caída al equivalente al 39,42% del PIB. El crecimiento permitió la incorporación de parte del contingente laboral a la economía formal, dice.

Schneider participó ayer, en Río, con el economista italiano Vito Tanzi, en el seminario Economía subterránea: causas y consecuencias, promovido por el Instituto Brasileño de Ética en la Competencia (Etco). En la ocasión, afirmó que, por grande que sea el crecimiento del país en los próximos años, Brasil solo reducirá el peso de la informalidad a niveles de 1995 si promueve reformas institucionales que aseguren un mayor dinamismo a la economía brasileña. Entre ellos, el Impuesto y la Seguridad Social.

Tanto Schneider como Tanzi se propusieron diferenciar, antes del seminario, la diferencia entre la economía informal y la economía clandestina. El primero, según Schneider, incluye actividades que no están reguladas por el estado, pero que no necesariamente involucran prácticas delictivas, como la economía sumergida. En un ranking de 21 países de América Latina elaborado por Schneider, Brasil ocupó, en 2005 y 2006, el undécimo lugar entre los más informales, detrás de Paraguay y Chile, Costa Rica y Argentina, los tres con economías más formalizadas. Entre las principales causas de la informalidad se encuentran factores como la alta carga fiscal, la excesiva regulación de la economía, gran cantidad de prohibiciones y tasas de corrupción.