La justicia es desigual y funciona como hace 100 años
Autor: Fausto Macedo.
Fuente: Estado de S. Paulo - SP - 30/10/2009
Un estudio encargado por la Asociación de Magistrados Brasileños (AMB) revela que los estados con la peor posición en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) son los que más gastan, proporcionalmente, para mantener el Poder Judicial. Asignaron el 1,19% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2008 para apoyar la estructura de la máquina y el personal. Los más ricos consumieron el 0,61% de su PIB.
Entre los magistrados, por cada 100 mil habitantes el estudio señala grandes diferencias. Los estados con mayores ingresos y más desarrollados tienen entre 8,58 y 7,25 jueces por cada 100 mil habitantes. Los estados más pobres tienen de 5,26 a 6,64 magistrados por cada 100 mil habitantes.
El estudio, apoyado en datos oficiales transferidos por todos los tribunales del país al Consejo Nacional de Justicia (CNJ), fue coordinado por la profesora Maria Tereza Sadek, de la Universidad de São Paulo, quien ha estado inmersa en el Poder Judicial y sus peculiaridades para 19 años.
"La justicia es desigual en Brasil", dice María Tereza. “El Poder Judicial funciona hoy como hace 100 años. ”Según ella, las notarías que antes recibían 20 casos, ahora reciben 2 mil. “El Poder Judicial sigue moviéndose y estructurándose como en el pasado lejano. El problema es que hoy se están procesando 70 millones de casos en el país ”, observa el especialista.
El trabajo coordinado por ella respalda la campaña lanzada ayer por AMB por una gestión democrática del Poder Judicial. El juez Mozart Valadares, presidente de la entidad, valora que la transparencia en la aplicación de recursos y el establecimiento de prioridades de gasto e inversión "es la forma de mejorar la disposición jurisdiccional y acabar con la demora".
“Esta cultura de planificación y gestión falta en el Poder Judicial”, dice el juez Gervásio dos Santos, coordinador de campaña. Según él, el 99% de los magistrados desconocen el monto destinado a su unidad porque no participan en la elaboración y distribución del presupuesto.
Para el criminalista Antonio Claudio Mariz de Oliveira, que trabaja en los tribunales desde hace cinco décadas, “el gran problema del Poder Judicial radica en la excesiva burocracia que impide el rápido avance de los procesos, y no en la actividad estrictamente judicial del magistrado. "