Los excesos del poder burocrático en la política.
Autor: Carlos Alberto Fernandes *
Fuente: Jornal do Dia (SE), 23/06/2009
La burocracia simplemente existe como un requisito de supervivencia para las organizaciones. Su estructura de poder y supervivencia es tan notable que fue objeto de inspiración de Max Weber como paradigma para la formulación del arquetipo del modelo burocrático, hoy adoptado en organizaciones de todo el mundo.
Ya sea en Brasil, o en cualquier rincón del planeta, los funcionarios gubernamentales son plenamente conscientes de las limitaciones de su poder frente al poder burocrático. Su mayor desafío hoy es luchar contra los fantasmas de este poder, ya que cualquier esfuerzo por cambiar siempre es objeto de muchos recursos y mucha energía. Por eso, mantener la burocracia actualizada con los cambios en el mundo requiere tiempo, obstinación y perseverancia.
La crisis del Senado es uno de esos ejemplos emblemáticos de los excesos del poder burocrático y sus consecuencias institucionales y políticas. En esta crisis, la hegemonía del poder burocrático asociado al poder político es visible en todas las acciones del ámbito administrativo de la Cámara. Esto queda claro, cuando algunos senadores reconocen que las aristas de los grupos políticos que disputan el poder de mando de la institución son tan graves como los enfrentamientos de los grupos burocráticos que luchan por su control administrativo.
En el caso específico, aprovechando un vacío dejado por los políticos, (una parte de ellos no preparados para el ejercicio de la función) el poder burocrático consolidó su influencia y mantiene el control de la situación. Para ello, su estrecha articulación con el poder político, y el avance de sus conquistas y posiciones, se construyeron a partir de situaciones contemporáneas y contemplando los intereses políticos de los senadores a través del intercambio mutuo de favores.
En la práctica, esta asociación de la burocracia con el poder político, preserva el poder burocrático en todas las decisiones de la Cámara. Y, a pesar de la gravedad de los hechos identificados, se conserva la influencia del grupo que mantiene el control administrativo y el enfrentamiento de su poder burocrático no lo realiza ninguna de las instancias del poder político.
Por otro lado, en la esfera pública institucional del gobierno, hay otro ejemplo de exacerbación del poder burocrático que puede generar problemas futuros por excesos. La alianza de la burocracia federal con el poder opulento de los sindicatos es responsable de la transformación del poder burocrático en poder político en las distintas esferas de gobierno. Debido a esta alianza de intereses mutuos, la burocracia reina suprema en la esfera política del gobierno federal, derramando gradualmente esta influencia sobre los gobiernos estatales.
En este ámbito, como en el Senado, la burocracia aumenta cada vez más su fuerza en la medida en que genera un incremento incontrolable del gasto público, particularmente de los gastos de personal. Digamos de pasada que la progresividad de estos gastos es mucho más el resultado de la presión burocrática de una casta fortalecida bajo el gobierno de FHC y consolidada bajo el gobierno de Lula, que, propiamente hablando, de una decisión basada en políticas públicas.
En estos dos ejemplos, ya sea en el legislativo o en el ejecutivo, se vislumbran las dificultades de los tomadores de decisiones políticas para tomar las riendas del proceso administrativo, ya que la racionalidad en el mundo real tiene límites. Los seres humanos, incluso aquellos con inspiración divina, no toman las decisiones que quieren, sino las decisiones que pueden. En este contexto, incluir con este perfil a Fernando Henrique Cardoso, Lula y al propio Sarney; esto, a pesar del coronel en su estado, mantuvo el timón del proceso democrático brasileño.
En situaciones de esta naturaleza, conviene recordar que San Exüpéry dijo, en El Principito, que una de las condiciones para que los reyes mantengan su poder sería aprender a dar órdenes razonables. Frente a los casos antes mencionados, es esta lección parsimoniosa en el ejercicio del poder que nos dan los líderes, siempre y cuando mantengan la perseverancia para resolver los problemas.
Por eso, vale la pena advertir, incluso porque situaciones contemporizadoras como lo han hecho FHC, Lula y Sarney pueden no siempre estar compartidas con picardía e intereses viles; Para lidiar con la naturaleza de estas decisiones e idear soluciones es parte de la liturgia del rol de los líderes, ya sean intelectuales, trabajadores o conservadores.
* Economista y profesor en la UFRPE


