Los ingresos y PF toman medidas contra el fraude de importaciones de lujo

por ETCO

Fuente: Estadão, 14/07/2009

La investigación muestra que el grupo empresarial paulista se benefició de un esquema de subfacturación de comprasSÃO PAULO - La Hacienda Federal de Brasil, junto con la Policía Federal y el Ministerio Público Federal, inició este martes 14 la Operación Porto Europa, que busca aprehender evidencia de un esquema fraudulento de importación de artículos de lujo, creado para beneficiar a un determinado grupo empresarial paulista.

Según el Servicio de Impuestos Internos, las órdenes emitidas por el Tribunal Federal de São Paulo-SP, cubren las tiendas y hogares de los beneficiarios del esquema, así como las oficinas de contabilidad. Luego de un año de investigación se constató que la presunta organización criminal cometió, en los años 2004, 2005 y 2006, acciones de interposición fraudulenta (naranjas) y subfacturación en importaciones, además de delitos como malversación, evasión fiscal y falsedad ideológica.

El esquema consistía en reemplazar, en los documentos de importación, el importador real y los proveedores reales, respectivamente, por empresas comercializadoras brasileñas y por empresas exportadoras "fachada", con sede en Miami, Estados Unidos. De esta forma, el grupo pudo ocultar al IRS tanto los beneficiarios reales (adquirentes) como los valores reales transados ​​en la operación.

También según la agencia, había dos exportadores de "fachada" con base en la misma dirección en Miami. Mientras que el primero simulaba una adquisición de los proveedores reales, principalmente con base en Europa, el segundo se encargaba de enviar los mismos bienes a Brasil con valores correspondientes, en promedio, al 30% de los valores originales. Las facturas comerciales falsas fueron presentadas a los servidores de la Hacienda Federal en los trámites de importación.

El ingreso de miles de dólares en productos terminados, sin la debida recaudación de impuestos aplicados al comercio exterior, además de las pérdidas de las arcas públicas y la pérdida de innumerables puestos de trabajo, genera un incentivo a la “competencia desleal”. Tal práctica trae graves perjuicios al parque industrial instalado en el país, ante las dificultades para competir con empresas que, por los fraudes practicados, logran colocar sus productos en el mercado a un precio más competitivo.