reforma laboral en año electoral
Autor: José Pastore
Fuente: Estado de S. Paulo - São Paulo / SP - NOTICIAS - 11/05/2010
El año de las elecciones siempre es un momento de mucha ilusión. Todo lo que los votantes quieren escuchar está prometido. Este año no faltarán las clásicas propuestas de reforma laboral. Lo más probable es que el tema más discutido sea la exención de la nómina de la que tanto se habla. De hecho, los gastos de contratación en Brasil superan el 100% (ver más abajo los datos de cada tipo de gasto y el porcentaje que representa sobre el salario. Fuente: Constitución Federal y CLT):
Grupo A (cotizaciones sociales = 35,80%): INSS, 20%; FGTS, 8%; accidentes laborales (promedio), 2%; salario de educación, 2,5%; Sesi / Sesc / Sest, 1,5%; Senai / Senac / Senat, 1%; Sebrae, 0,6%; Incra, 0,2%;
Grupo B (retribución por tiempo no trabajado I = 38,23%): descanso semanal, 18,91%; vacaciones, 9,45%; subsidio de vacaciones, 3,64%; vacaciones, 4,36%; preaviso, 1,32%; paga por enfermedad, 0,55%;
Grupo C (retribución por tiempo no trabajado II = 13,85%): 13º salario, 10,91%; gasto por terminación del contrato, 2,94%;
Grupo D (incidencias acumuladas = 14,55%): grupo de incidencia acumulada A / grupo B, 13,68%; incidencia de FGTS en el decimotercer salario, 13%;
Gran total = 102,43%.
Quienes proponen la exención de la hoja se enfrentan a un reto difícil: ¿qué cortar? Tenga en cuenta al lector que hay cuatro tipos de gastos. Centraré mi atención en este artículo en el grupo A y sus reflejos.
Los gastos de este grupo sustentan importantes políticas públicas que no se pueden descontinuar. El 20% del INSS se destina a jubilaciones, pensiones y asistencia social. El 8% del FGTS es crucial para financiar proyectos sociales relevantes (vivienda popular, saneamiento básico, etc.). El seguro del 2% contra accidentes de trabajo (en promedio) es fundamental para proteger a los trabajadores en caso de invalidez y muerte. El 2,5%, 1,5%, 1% y 0,6% que siguen se destinan a entidades que mantienen los servicios de formación de capital humano en un país tan carente de mano de obra calificada. Incra, a su vez, tiene el 0,2% para llevar a cabo la reforma agraria, que es imprescindible y está atrasada.
Como puede verse, Brasil decidió “colgar” en nómina el financiamiento de importantes programas sociales. La opción de los países avanzados, que apoyan estos programas principalmente con el impuesto sobre la renta, fue bastante diferente.
Aclaro que las aportaciones totales del grupo A son superiores al 35,8% indicado. Sí, porque, además de tomar una decisión perversa, nuestros gobernadores decidieron que todos estos aportes recaerían -como lo hacen- en los gastos del grupo B, lo que genera gastos adicionales del 13,68%. El FGTS, a su vez, se centra en el decimotercer salario, generando un 13%. En total, estas incidencias alcanzan el 0,87%, que sumado al 14,55% superan el 35,8%. Es decir, los gastos directos y los reflejos representan más de la mitad del salario.
Este es el punto. Como todos estos gastos son importantes para los programas mencionados, cualquier exención deberá encontrar fuentes sustitutivas que sean adecuadas y con la seguridad que brinda la nómina. De lo contrario, las entidades en pantalla se quedarán sin recursos para llevar a cabo sus responsabilidades. Esto significa que una reforma laboral dirigida a reducir urgentemente la carga sobre la nómina debe llevarse a cabo en el contexto de una reforma tributaria.
Resulta que hablar es fácil. Hacerlo es difícil. Pero es necesario. La elección hecha por el país cargó lo que necesita ser relevado, uno de los factores más importantes en la producción, que es el trabajo.
Una exención fiscal bien ejecutada puede conducir a un aumento saludable de los salarios, lo que es bueno para los trabajadores y para la economía. Yo estaré atento a ver si los candidatos tendrán el valor de proponer una reforma laboral junto con el impuesto y, por qué no decir, con la seguridad social.
El lector puede estar pensando: si es difícil hacer uno, ¿qué significa hacer tres? Pero si todo está entrelazado, ¿cuál es la posibilidad de hacer uno sin hacer los otros?
José Pastore es profesor en FEA-USP