Aumento del subempleo
Fuente: Folha de São Paulo - Editorial, 10/03/2009
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La ÚLTIMA Encuesta Mensual de Empleo del IBGE señaló que, en el período inmediatamente posterior a la crisis, desde octubre de 2008 hasta enero pasado, 88 mil personas fueron empujadas al subempleo en las seis principales regiones metropolitanas del país.
Como resultado, el contingente de subempleados llegó a 709 mil, un aumento del 14,2% en relación al total de trabajadores en esta condición antes de la crisis. Solo en enero, el subempleo aumentó un 11% con relación al mismo mes de 2008, evolución similar a la de diciembre (10,2%), medido bajo los mismos parámetros.
Los subempleados son personas que quieren trabajar más horas y están disponibles para trabajar más, pero que, ante la crisis, solo obtienen servicios a tiempo parcial. El aumento de este contingente es un índice más del deterioro del mercado laboral, que no solo significa pérdida de puestos de trabajo, sino que empeora la calidad.
Las cifras oficiales indican que, como mínimo, el ciclo de expansión del empleo formal se ha interrumpido. Según el Registro General de Empleados y Desempleados, una encuesta mensual del Ministerio de Trabajo, el mercado laboral formal ya perdió 797,5 puestos de trabajo desde noviembre, en un universo de 30 millones de trabajadores brasileños con contrato laboral.
Además, datos del IBGE muestran que el contingente de parados creció un 20,6% de diciembre a enero; la tasa de desempleo saltó del 6,8% al 8,4%. La población desocupada pasó de 1,6 millones a 1,9 millones de personas en las seis áreas metropolitanas encuestadas.
La expansión del empleo formal en los últimos años se ha asociado con el crecimiento económico. La inspección del Ministerio de Trabajo también ayudó, pero lo que faltaba eran incentivos legales para la formalización.
Los datos sobre la pérdida de puestos de trabajo aún no permiten una conclusión definitiva, todo dependerá, obviamente, de la gravedad y profundidad de la crisis en el país. Pero es probable que el desempleo y la informalidad estén iniciando un nuevo ciclo ascendente.
Sería peor desde una imagen que ya es mala. Aproximadamente el 50% de los trabajadores trabaja en el sector informal en la actualidad, frente al 60% en 2005, cuando el crecimiento económico invirtió el ritmo del empleo precario. Es un contingente intolerable de trabajadores privados de las garantías básicas de bienestar social. Las reformas fiscales y laborales, sin embargo, se han retrasado por sucesivos gobiernos.
Una forma segura de aumentar la tasa de regularización de los trabajadores es aliviar las nóminas, que imponen costos excesivos a los empleadores, en forma de impuestos y contribuciones a la seguridad social. Si la crisis impone límites a una reforma fiscal integral en este momento, porque los ingresos del gobierno están cayendo, las medidas de emergencia para aliviar los cargos laborales, siempre que estén dirigidas a la economía en su conjunto, podrían aliviar el problema del desempleo y el subempleo.
Además, la cobertura del seguro de desempleo debe incrementarse en todos los sectores.