Excedente fiscal al alcance

por ETCO
30/01/2019
Evandro Guimarães, presidente ejecutivo de ETCO
Evandro Guimarães, presidente ejecutivo de ETCO

Los productos de contrabando de diferentes sectores ingresan ilegalmente al país sin certificación y sin recaudar impuestos, lo que genera enormes pérdidas para Brasil.

Este es un caso de extremo interés público y soberanía nacional que está afectando directamente la recaudación de impuestos del país, las compañías y sus cadenas de producción, la salud, la seguridad y el crecimiento del país. El contrabando es un crimen. Implica corrupción.

Recientemente, esta actividad criminal ha alcanzado proporciones nunca antes vistas. Para algunos sectores, el contrabando ahora representa más del 30% del mercado, como en el caso de los cigarrillos de Paraguay. Uno de cada tres cigarrillos vendidos en Brasil ingresa ilegalmente al país sin pagar ningún impuesto y sin respetar los estándares técnicos y de salud que se aplican a las empresas establecidas aquí.

Incluso en sectores donde medir el tamaño del contrabando es más difícil, los efectos para la población son más que obvios: los juguetes de contrabando pueden dañar gravemente a los niños, y las drogas ilegales incluso tienen el poder de matar a quienes las consumen.

La investigación encargada por el Instituto Brasileño de Ética en Competencia (ETCO) a Datafolha, y publicada este lunes (25), muestra que el consumo de productos de contrabando ya está arraigado en la sociedad brasileña.

Alrededor del 50% de los más de 2.400 encuestados en todo el país dijeron que conocían a alguien que ya había comprado productos de contrabando, y el 35% dijeron que ya habían comprado este tipo de mercancía.

Y lo que hace que una buena parte de la población asuma los riesgos relacionados con el consumo de estos productos es muy simple: los bajos precios de los artículos que ingresan ilegalmente al país. Nueve de cada diez personas entrevistadas por Datafolha dijeron que los brasileños ya no recurrirían al contrabando si los productos nacionales fueran más baratos.

Ni siquiera los graves efectos que el contrabando tiene en diferentes áreas, como la seguridad pública, la salud y el empleo, son suficientes para desalentar este comportamiento entre los brasileños.

¿Cómo cambiar este escenario? En 2014, ETCO y el Foro Nacional para Combatir la Piratería e Ilegalidad iniciaron un gran movimiento en defensa del mercado legal brasileño. Este movimiento cuenta con el apoyo de más de 70 entidades comerciales afectadas por todo tipo de ilegalidad y tiene como objetivo presentar propuestas y exigir soluciones.

Esta movilización por sí sola no es suficiente. La encuesta de Datafolha muestra que el 40% de los encuestados considera que el gobierno federal no es del todo eficiente en la lucha contra el contrabando. Es precisamente el gobierno federal, a través de sus fuerzas económicas y agencias de aplicación de la delincuencia, el que tiene el poder de cambiar esta situación.

A medida que el gobierno busca llevar a cabo un fuerte ajuste fiscal, los beneficios que aportan las acciones fronterizas en términos de ingresos son evidentes, lo que supera los gastos de las operaciones de seguridad a gran escala en las fronteras y en las ciudades.

No nos es posible permanecer indiferentes a los problemas que el contrabando ha traído a Brasil. Es necesario poner fin a todo esto. Las soluciones están al alcance.