El 75% de la población del sudeste dice que el contrabando favorece el crimen, señala Datafolha Survey

por ETCO
10/11/2016

                         La sociedad es consciente de que las finanzas de contrabando crimen organizado
                                 y tráfico de drogas y armas y llama a revisión de impuestos

contrabando

 

La investigación de Datafolha muestra que el 75% de la sociedad en el sudeste es consciente de que el comercio de productos ilegales favorece el crecimiento de la violencia y el crimen. El contrabando de cigarrillos desde Paraguay, el principal producto de contrabando, es quien suministra el efectivo y financia las actividades de las facciones criminales.

Por encargo del Instituto Brasileño de Ética en Competencia (ETCO), en asociación con el Foro Nacional contra la Piratería e Ilegalidad (FNCP), la encuesta sin precedentes también revela que el 86% de los encuestados en la región cree que las altas tasas impositivas sobre los productos fabricados en Brasil favorecer el aumento de contrabando en el territorio nacional, principalmente proveniente de Paraguay.

Aun conscientes de esta realidad, cuando se les preguntó sobre el consumo de productos de contrabando, el 25% de los encuestados en el sudeste admite el hábito de comprar productos ilegales, como productos electrónicos, ropa, zapatos, DVD de juegos y películas y cigarrillos.

Casi el 90% de la población del sudeste está a favor de revisar los impuestos sobre los productos legales para hacer que su precio sea más asequible y más competitivo en comparación con los ilegales. Además, la mitad de los brasileños cree que el gobierno federal es el principal responsable de la entrada de productos de contrabando en el país.

“La encuesta muestra que el principal estímulo para el contrabando es la diferencia entre el precio, el resultado de la ventaja financiera que tienen los delincuentes debido a la disparidad fiscal entre Brasil y Paraguay. En otras palabras, existe la necesidad de una mayor inspección en las fronteras del Medio Oeste y una revisión de los impuestos sobre los productos nacionales para que tengamos plena legalidad en el mercado interno y más seguridad ”, reflexiona Edson Vismona, presidente del Instituto Brasileño de Ética en Competencia.

"La sociedad también es consciente de que es responsabilidad del Gobierno Federal y otras autoridades combatir el contrabando en Brasil y, en consecuencia, aumentar el crimen, con el tráfico de drogas y armas", concluye Vismona.

Además de la violencia y el tráfico de drogas, el desempleo y la evasión fiscal también son huellas dejadas por el contrabando de productos ilegales. Cada año, Brasil pierde alrededor de R $ 115 mil millones con el comercio de bienes ilegales, suficiente para construir 974 hospitales, o 57 mil guarderías o 22 mil escuelas públicas.