Artículo: Jóvenes, ética y mercado de trabajo

Los jóvenes se enfrentan a nuevos retos, especialmente relacionados con la inserción en el mercado laboral

Edson Vismona | Examen/Brújula
08/08/2022

En este siglo estamos viviendo cambios profundos en el mercado laboral, desde el dominio del uso de herramientas digitales hasta el crecimiento, con la pandemia, del llamado teletrabajo. El impacto en la vida de todos fue enorme.

La adaptación a los cambios ha sido más difícil para las llamadas generaciones análogas, que tienen que lidiar con paradigmas que no tuvieron en su formación, pero los más jóvenes también enfrentan nuevos desafíos, especialmente relacionados con la inserción en el mercado laboral.

A finales de marzo, Instituto Coca-Cola, ETCO y Cufa – Central Única das Favelas realizaron un Live sobre este tema: Ética, Juventud y Mundo del Trabajo con la participación de jóvenes que han estado buscando su primer empleo. . Quedó claro que la formación profesional, la incorporación de tecnología, la comprensión de cómo funciona la estructura organizacional de las empresas, el sentido de la responsabilidad y la innovación son factores importantes, pero el comportamiento, las reglas de convivencia comienzan a exigirse en ambos sentidos: desde mercado con jóvenes y jóvenes con empresas. Las preguntas muestran que actitudes, antes no tan consideradas, se han vuelto determinantes.

Los jóvenes quieren saber qué posibilidades tendrán para su desarrollo profesional; si la empresa fomenta la participación, dando libertad para expresar su opinión; si el horario es flexible, finalmente, a través de un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional, se presentan aspectos relacionados con la felicidad. Es interesante notar que en una encuesta realizada por Linkedin, las respuestas relacionadas con el dinero (aumento de salario, ganar más que tus amigos) estaban en un nivel más bajo.

Este es el retrato del posicionamiento de los jóvenes, como por parte de las empresas, también existe una preocupación por la postura de los jóvenes en relación a los valores y principios, se pueden enseñar prácticas relacionadas con el ejercicio profesional, pero entendiendo lo que es correcto. La honestidad, el carácter, el respeto deben ser vistos como una actitud que antecede a la competencia laboral.

De hecho, esta comprensión de los valores éticos quedó demostrada en la encuesta nacional realizada por ETCO/Datafolha sobre la percepción de la ética por parte de los jóvenes, donde se señalaron estas interrogantes cuando piensan en lo que significa ser ético.

Esta visión de la ética en el mercado laboral también fue atestiguada en otra encuesta realizada por la consultora Eureca, indicando que los jóvenes consideran que las métricas ESG deben ser respetadas por las empresas, defendiendo así el medio ambiente, temas relacionados con la inclusión, la diversidad, la gobernanza, la anti -Se imputan actos de corrupción.

En este aspecto, existe una clara convergencia, los jóvenes y las empresas cada vez más avanzan hacia nuevas posturas y propósitos, buscando un ambiente de trabajo más sano, ético y acogedor, fortaleciendo su identidad y la satisfacción de pertenecer a la organización.

Los datos presentados en estas investigaciones son indicaciones interesantes del momento que estamos viviendo, de la necesidad de afrontar nuevas posturas, en un claro sentido de la evolución de comportamientos y exigencias.

Es necesaria una adaptación constante, la postura dogmática se ha vuelto obsoleta, el ejercicio de los valores se ha convertido en la regla.

Esta realidad, por un lado, demuestra un sentido de progreso en las expectativas, por otro, despierta mi preocupación, ya que nos damos cuenta, no solo en Brasil, sino en todo el mundo, que los liderazgos, especialmente en el ámbito político, no muestran que están alineados con este momento que se presenta como disruptivo, lo viejo queda atrás, pero lo nuevo aún no se consolida, el discurso necesita ser puesto en práctica.

No en vano el joven ha mostrado un distanciamiento de la política. No ve en nuestras instituciones un compromiso con los estándares que defienden, que no comparten con su cosmovisión. Esto no es nada nuevo, la juventud siempre cuestionó el statu quo, sin embargo, identificaron en el ejercicio de la política una acción que podía posibilitar los cambios, de ahí el movimiento estudiantil. Hoy, sin embargo, veo una desilusión, una consternación con el ejercicio de la política como pacto efectivo con el interés público.

Nuestra obligación, como organizaciones sociales y empresariales, es clara, tenemos que defender una clara actitud de defensa y práctica de valores que fortalezcan nuestro propósito e involucren a los más jóvenes. Señalan lo que quieren, necesitamos allanar el camino, ayudar a alcanzar el destino común.

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