André Franco Montoro Filho, asesor asesor de ETCO, habla sobre la economía clandestina, la simplificación del sistema tributario y la cultura de las transgresiones, algunos de los proyectos que capitaneó en los 4 años que fue presidente ejecutivo del Instituto.

1. Como expresidente y actual Asesor Asesor de ETCO y uno de los creadores del Índice de Economía Subterránea, ¿cómo ve el movimiento descendente de la informalidad al 17,2% señalado por el estudio?

Desde 2003, según estimaciones del IBRE / FGV, el tamaño relativo de la economía sumergida en Brasil ha ido disminuyendo, es decir, la economía formal crece más que la informal. Este es un buen resultado. Sin embargo, en términos absolutos, la economía sumergida sigue creciendo, lo que es preocupante. Así, estos resultados, por un lado, muestran que el trabajo de ETCO y otras instituciones ha sido efectivo, pero, por otro lado, indican que queda mucho por hacer.

2. La simplificación y racionalización del sistema tributario ha sido siempre una de las banderas más importantes de ETCO, desde su fundación. En su opinión, ¿cuáles son los principales obstáculos para el avance de este proceso y cuáles son los medios más eficientes para su implementación?

Hay un dicho que dice "si encuentras una tortuga en un árbol es una inundación o es la mano de la gente, porque la tortuga no trepa a un árbol". La complejidad del sistema tributario está en manos de las personas. Personas que siguen ocupando cargos importantes en el gobierno y en las empresas y que han logrado mantener demandas innecesarias, ya que estas les dan poder.

3. La modernización institucional, la fortaleza de la economía y el declive de la informalidad son aspectos positivos que, sin embargo, aún conviven con la cultura de las transgresiones, que trae a su paso uno de los principales males de la sociedad brasileña: la corrupción. En este escenario, ¿cuál es su opinión sobre el Brasil actual y hacia dónde debería ir en 2012?

La corrupción es una forma radical de transgresión. La percepción generalizada de un aumento de la corrupción y la impunidad de los corruptos es alarmante debido a sus efectos perversos sobre el comportamiento económico y social. No es posible construir una nación a partir de la transgresión.