Clasificación internacional de corrupción muestra un Brasil estancado

 

El último ranking internacional que mide la percepción de corrupción, publicado por la ONG Transparencia Internacional en 2014, mostró que Brasil se mantuvo estancado. A pesar de las recientes investigaciones y sentencias en casos como la asignación mensual y la corrupción en Petrobrás, Brasil ocupa el puesto 69 en un ranking de 175 países, el mismo lugar que hace cuatro años.

El nuevo ranking aún no se ha publicado, pero la ONG Transparência Internacional (TI) inició el pasado miércoles (9/12) una votación pública en busca del mejor representante de la “gran corrupción” de una lista de 15 “candidatos” que incluye el caso de Petrobras, además del ex presidente de Panamá Ricardo Martinelli y el presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang.

El período de votación se extenderá hasta el 9 de febrero a través del sitio web.www.unmaskthecorrrupt.org

 

Transparencia

El informe de Transparencia Internacional señala que Brasil ocupa el puesto 69 entre 175 países y territorios en términos de corrupción percibida. Las naciones vistas como las más honestas son Dinamarca (1 °) y Nueva Zelanda (2 °). Brasil mejoró su posición con respecto a 2013, cuando ocupó el puesto 72 y comparte la posición actual con Bulgaria, Grecia, Italia, Rumania, Senegal y Suazilandia.

Corrupción e imagen internacional.

En este artículo, Roberto Abdenur comenta sobre los resultados del ranking mundial de percepción de corrupción de 2012 publicado a principios de este mes por Transparencia Internacional.

Como hemos dicho en otras ocasiones, Brasil ha hecho esfuerzos para reducir la corrupción, tanto en el sector público como en el privado. Parece que los esfuerzos están siendo percibidos por la población. La organización no gubernamental Transparencia Internacional acaba de publicar otra percepción mundial de corrupción. En el ranking de este año, Brasil estaba en el puesto 69. En 2011, estaba en el puesto 73.

Brasil se encuentra en una posición mediana, entre los 176 países analizados. Los primeros tres, donde la percepción de corrupción en el sector público es menor, son Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda. Los tres últimos, con la percepción de una mayor corrupción, son Afganistán, Corea del Norte y Somalia.

Pero el país se destaca de sus pares. Aunque está muy por detrás de Chile y Uruguay (ambos en el puesto 20), en el continente está por delante de Perú (83) y Argentina (102). En cuanto a los Brics, estuvo empatado con Sudáfrica, pero por delante de China (80º lugar), India (94º) y Rusia (133º).

Deberíamos celebrarlo. Aunque hubo un cambio en la fórmula para preparar la clasificación, el hecho es que nosotros, los brasileños, somos más conscientes de que la cadena de corrupción involucra a dos lados. El juicio en curso por el STF muestra que el poder público y la iniciativa privada tienden a estar juntos en la corrupción. Por lo tanto, depende de todos nosotros, ciudadanos, el papel del cuidado de la ética empresarial. Siempre.