Compromiso en el País de la Transparencia

por ETCO
30/05/2012

Fuente: Portal SEGS - 21/05/2012

El cliché “Brasil es un país emprendedor”, tan difundido por los medios, no deja lugar a dudas: el emprendimiento está de moda. La encuesta Global Entrepreneurship Monitor, GEM, analizó el tema en más de 80 países y respalda esta tesis. 

Uno de los puntos más importantes de este estudio, considerado el más grande sobre dinámica empresarial en el mundo, es la Tasa de Emprendimiento en Etapa Temprana, TEA, que es la proporción de personas de entre 18 y 64 años a cargo de nuevos negocios, o que es decir, con menos de 42 meses de existencia. 

En Brasil, la TEA de 2010 fue del 17,5%, la más significativa desde el inicio de la encuesta en el país. Esto representa que 21,1 millones de brasileños estaban a cargo de las actividades empresariales. 

Otro estudio, de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), difundido por el Instituto Brasileño de Ética de la Competencia (Etco), estimó la tasa de informalidad en 18,3% del Producto Interno Bruto, cifra que habría correspondido a R $ 663,4 mil millones el año pasado. Para tener una idea de la magnitud de este problema, la economía sumergida en el país equivale a una Argentina. 

En 2003, la producción de bienes y servicios no reportada al gobierno de manera deliberada para evadir impuestos, evadir contribuciones a la seguridad social, incumplir las leyes laborales y evitar costos derivados del cumplimiento de la normativa representó el 21% del PIB; en los últimos años, el indicador ha caído, pero está lejos de la media internacional del 10%. Los datos del IBGE de 2009 indican que Brasil tenía 4.846.639 empresas. A partir de 2009, con la creación del Microempresario Individual, el proceso de migración a la economía formal se ha acelerado. En 2009 había poco más de 77 mil negocios legalizados como MEI. El número aumentó a 810 en 2010 y 1,7 millones el año siguiente. En 2012, la cantidad ya supera los 2 millones. 

Por tanto, estimo que hay unos 15 millones de empresarios que trabajan en la economía sumergida. 

Las autoridades tributarias han trabajado arduamente para cumplir con sus objetivos con el fin de acercar la recaudación efectiva al potencial, aumentando la percepción de riesgo y la presencia fiscal.

El proyecto Sistema Público de Contabilidad Digital presenta una propuesta positiva para combatir la competencia desleal y racionalizar las obligaciones accesorias. 

El primer proyecto práctico de SPED fue el NF-e, que se inició en 2005. Hoy, abarcando 800 mil empresas emisoras, ingresa en una segunda generación (NF-e 2G) que prevé un seguimiento mucho más detallado de los hechos ocurridos en el ciclo de vida del documento digital. 

Creado en 2006, el SPED Fiscal incluirá para 2014 a todos los contribuyentes del ICMS y / o IPI, aproximadamente 1,5 millones de empresas. La mayoría de estados han dejado, por el momento, fuera de este universo a quienes optan por el Simples Nacional, pero ya hay fuertes indicios de que pronto serán incluidos. 

Sped Contábil, a su vez, absorbió alrededor de 150 mil empresas en esta contabilidad digital, desde 2007. 

Las Contribuciones EFD, originalmente denominadas EFD-PIS / Cofins, abarcaron en un tiempo récord 150 personas jurídicas sujetas a tributación en función del Beneficio Real e incluirán, en 2012, otras 1,3 millones de empresas de Presunto Beneficio. 

También contaremos con la Contabilidad Fiscal Digital de Previsión Social y Obligaciones Laborales (EFD-Social), que forma parte del Programa de Unificación Crediticia (Agrícola y Seguridad Social). Este proyecto, previsto para 2013, pretende crear la nómina digital e incluso abarcará al microempresario individual. Su objetivo, obviamente, es incrementar la formalización del empleo y la inclusión de la seguridad social. 

En este ecosistema fiscal digital, que integra empresas y autoridades, la existencia de una economía sumergida se vuelve cada vez más difícil y cara. 

No es casualidad que la recaudación de ingresos federales tuvo un crecimiento real, con base en el IPCA, de 10,1% en 2011, y el PIB aumentó solo 2,7%. 

Pronto tendremos la mayoría de estos emprendedores legalizados a través de programas como MEI o Simples Nacional. 

Lo que no tiene sentido es cuántos emprendedores, gerentes, consultores y líderes de entidades aún pueden desconocer este movimiento hacia la “Tierra de la Transparencia” corporativa y sus consecuencias: legalidad, gobierno corporativo, uso de las tecnologías de la información y, sobre todo, éticas. comportamiento.

Roberto Dias Duarte es profesor, escritor y emprendedor, con un MBA en administración de empresas por Ibmec. Es miembro del Consejo Asesor de Mastermaq Softwares y autor del “Post-SPED World Survival Manual”, cuarto libro de la serie “Big Brother Fiscal”.

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