Por Walter Cirillo, Jornal do Brasil - 24/01/2005

Las exportaciones de productos brasileños han estado creciendo a un ritmo interesante. La balanza comercial del país mejora todos los días, con un impacto favorable en los niveles de empleo e inversión. En los últimos cinco años, las exportaciones a Norteamérica, por ejemplo, han crecido en casi un 60%, siendo la mayoría productos manufacturados con cierto grado de desarrollo tecnológico.
Al mismo tiempo, las empresas que más invierten en investigación y desarrollo de productos, atentos a las necesidades de los clientes y los deseos de los consumidores, ganan, en promedio, un 30% más que sus competidores. Su rentabilidad es mayor, hacen más exportaciones y pueden pagar mejores salarios.

Esta buena noticia da un nuevo impulso al sector industrial. También ofrecen una vista previa del camino para lograr el éxito empresarial permanente. El aumento de la competitividad de la industria nacional implica necesariamente investigación y desarrollo (I + D) y una política coherente de apertura de nuevos mercados. Una empresa que invierte en I + D aporta valor al producto, exporta más y mejor. Y también se vende mejor en el mercado nacional. En este sentido, la promulgación de la Ley de Innovación llegó en su momento, un reclamo de importantes sectores de la sociedad, como el Instituto Uniemp.

Sin embargo, la evolución de la competitividad industrial podría acelerarse si se resolvieran definitivamente los problemas relacionados con Custo Brasil y, al mismo tiempo, la piratería de ciertos productos que llegaran a nuestro país. Las cifras oficiales son alarmantes y la pérdida de ingresos ha sido fenomenal. Además del daño a la imagen externa del país, existe una pérdida para un grupo de empresas exportadoras hacia los mercados más fuertes.

La cultura de la falta de respeto por la propiedad intelectual de quienes invirtieron conocimiento y dinero para desarrollar productos y servicios necesita ser cambiada. Esta actitud socava la capacidad creativa del industrial brasileño y tiene serias repercusiones en la economía. Un riesgo potencial es la exclusión de los productos brasileños de la lista del Sistema General de Preferencias (SGP), especialmente aquellos enviados a los Estados Unidos. En las condiciones económicas actuales, Brasil no puede renunciar a estos mecanismos para reducir las tasas otorgadas por los países más ricos a los productos importados de los países en desarrollo.

Un avance importante fue la creación del Consejo Nacional para Combatir la Piratería y los Delitos contra la Propiedad Intelectual, con la decisión de tomar medidas coordinadas contra los delitos de piratería, incluidas las campañas de sensibilización pública, financiadas por el sector privado.

Las empresas que invierten en el desarrollo de productos de valor agregado, como Rhodia, están alineadas a este respecto. Si no tienen otras razones para apoyar este tipo de acción, consideran poder satisfacer la demanda del consumidor de productos competitivos y de calidad que valoren la inteligencia del pueblo brasileño.

* Walter Cirillo es presidente de Rhodia e Instituto Uniemp - Universidade e Empresa.