Además del made in ...

por ETCO

Autor: Artur Rezende Fernandes *

Fuente: Diário Catarinense - Florianópolis / SC - 15/07/2010

Además hecho en…, por Artur Rezende Fernandes *


En el primer trimestre de 2010, Brasil aumentó un 3,8% en el valor de las importaciones, según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este índice refleja el calentamiento de la economía brasileña, así como la oportunidad para que las empresas crezcan, con el aumento en la gama o tipo de productos ofrecidos. Incluso con estas cifras, todavía hay un atisbo de prejuicio a la hora de comprar algunos productos que vienen del exterior, especialmente de China. Vivimos bajo la égida de que todo lo que se produce allí no tiene una calidad probada. Y hoy es imposible asegurar que, cuando adquirimos un bien de consumo duradero, como la electrónica y los electrodomésticos, no tendrá al menos un componente necesario para la producción que allí se fabrica. En 2005, hubo 12 empresas que compraron, en productos, más de 50 millones de dólares estadounidenses a China; en 2009 la cifra llegó a 41. Estas organizaciones aportan lo que mucha gente quiere adquirir: tecnología en electrónica y otros insumos.

Haga la prueba, observe los manuales de máquinas digitales, teléfonos celulares, computadoras portátiles, productos navideños y otros equipos electrónicos de marcas caras y de los principales fabricantes. Compruebe que, en su mayor parte, siempre tendrá las palabras "Hecho en China". La fabricación de productos en territorio de Asia Oriental no se limita a la electrónica. Hay automóviles de los principales fabricantes de automóviles, como Ford, Audi y BMW, que también se fabrican en China. También se importan algunos insumos necesarios para la construcción civil, como metales sanitarios, materiales hidráulicos, lámparas, entre otros. La presencia de tantos productos nos muestra que los límites de la producción de una cadena no existen y, por ahora, deberían reducir los prejuicios y aún así reducir los montos de impuestos pagados al gobierno. La calidad que muchos buscan está más allá de lo que se hace.


Lo que debe observar cada consumidor, tanto el fin como el responsable de la importación, es la piratería, que no es más que una competencia desleal y ruinosa para las empresas que invierten en tecnología y mano de obra calificada. Organizaciones leales que invierten en verdaderos métodos de importación, en pruebas y estudios que garantizan la seguridad del producto que se comercializa.