Autora: Silvana Orsini

Fuente: Blogs de ADVFN (socio de Investnews), 13/06/2008

En muchos sentidos, la iniciativa del gobierno brasileño de rastrear los medicamentos de un extremo a otro, desde la cadena de producción, desde la fábrica hasta el mostrador de la farmacia, es loable. La lucha contra la informalidad (hermana de la evasión y casi siempre alimentada por la delincuencia) y la falsificación se encuentran entre las principales razones de la decisión tomada en marzo por la Asociación Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), a partir de una sugerencia del Instituto Brasileño de Ética en la Competencia ( Etco). En abril se abrieron audiencias públicas sobre la medida y en 30 días se presentaron casi 60 sugerencias para ser analizadas durante este período. El objetivo es que el seguimiento se implemente en enero de 2009.

La idea también tiene la impronta de espíritu pionero, ya que Brasil puede convertirse en el primer país en adoptar tal práctica, obviamente, si no predominan la burocracia y la falta de objetividad que normalmente marcan los grandes temas relacionados con el sector salud. Estados Unidos y Europa también han iniciado debates públicos, preocupados porque alrededor de un tercio de los ingredientes activos de los medicamentos en todo el mundo son falsificados.

En Brasil, la falsificación de medicamentos también está aumentando y se suma al robo de cargas de medicamentos para agravar el sangrado, según estimaciones de Etco, de al menos mil millones de dólares en evasión fiscal.

El sistema a implementar prevé la colocación de algún tipo de dispositivo en el empaque -desde el código de barras hasta el microchip- que identifique el medicamento y permita su seguimiento, incluso por internet, durante todo el ciclo, desde la producción hasta la distribución.

La adopción del rastreo, sin embargo, tiene un costo y aquí, como siempre, la pregunta crucial es: ¿el consumidor tiene que pagar la factura nuevamente? ¿Tenemos que pagar ahora una “tarifa de seguridad” por un producto en el que esa calidad, la de ser seguro, es realmente la única que importa?

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silvana orsini

Editorial InvestNews, especializada en el área de la Salud