La demanda de reforma fiscal se divide en recortes de impuestos y justicia social.

por ETCO
12/08/2011

Fuente: Midia Max News - Campo Grande / MS - 10/10/2010

Agencia Brasil / PX

Hay una fuerte demanda de algunos sectores de la sociedad para que el próximo gobierno reanude la agenda de reformas, comenzando la reforma tributaria. Sin embargo, el consenso oculta las diferencias sobre qué reforma fiscal debe llevarse a cabo.

Para los empresarios, es esencial intentar una reforma que alivie la actividad económica, reduzca la incidencia de los impuestos en una cascada, permita que se realicen más inversiones y, supuestamente, reduzca el precio de los productos, estimulando el consumo.

Además de esta perspectiva, hay quienes defienden la reforma tributaria para promover más justicia social. Los economistas críticos en el sistema tributario nacional señalan que son los más pobres quienes pagan proporcionalmente más impuestos que los más ricos.

"El sistema favorece a los ricos", señala el economista Serguei Soares, del Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (Ipea). Según él, es necesario pensar en “un sistema en el que los impuestos directos sean más fuertes que los indirectos. Es la tributación directa, por ejemplo, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto sobre la Propiedad y la Propiedad Territorial Urbana (IPTU). Los impuestos indirectos se suman al valor de los productos consumidos, impuestos como el Impuesto a la Circulación de Bienes y Servicios (ICMS) y el Impuesto al Producto Industrial (IPI).

Sin embargo, la realización de la reforma tributaria va en contra de los intereses de recaudar y distribuir recursos entre la Unión, los estados y los municipios; y en los lazos entre los impuestos y el financiamiento de las políticas sociales, como es el caso, por ejemplo, con el salario educativo que conforma los recursos del Fondo Nacional para el Desarrollo de la Educación (FNDE).

Según el politólogo y profesor de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), Cláudio Couto, no solo en el caso brasileño, la reforma fiscal está "estancada". Reconoce "un conjunto de intereses" que hacer y no reformar.

Sin embargo, el politólogo cree que es posible que el próximo gobierno elija hacer pequeñas reformas como se hizo en los períodos FHC y Lula (Simples y Super Simples). "Se pueden hacer reformas puntuales de simplificación que resulten en una reducción de costos, como la reducción de la burocracia requerida para pagar impuestos, con la contratación de contadores y abogados".

 

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