Libere la nómina a través de CPMF

por ETCO

Autor: Marcos Cintra*

Fuente: Gazeta Mercantil, 05/09/2007

Las cargas sociales para las empresas representan alrededor del 17% de la carga fiscal. En una reunión reciente del Consejo Político del Gobierno, convocada para presentar la reforma tributaria propuesta, los líderes y presidentes de las partes aliadas sugirieron medidas tributarias con efecto inmediato como una forma de compensar a la sociedad por la decisión de extender el CPMF. El punto principal de la discusión fue la necesidad de eximir la nómina de las empresas, comenzando con el 20% de la contribución del empleador al INSS.

El Consejo Político abordó el problema de la alta carga fiscal sobre la nómina de las empresas en Brasil. Esta es la segunda base impositiva más pesadamente gravada, que afecta negativamente la competitividad de la producción nacional y la formalización de los empleos. Los cargos sociales en la nómina de las empresas representan alrededor del 17% de la carga impositiva, solo superada por los impuestos a la producción.
 


Los gastos del empleador con INSS, FGTS, salarios de educación, seguro de accidentes laborales y el Sistema 'S' representan alrededor del 36% de los salarios pagados a los trabajadores en Brasil. Según José Pastore, de la USP, la inclusión en estos cargos de los costos relacionados con el tiempo no trabajado (vacaciones, 13 salario, preaviso, etc.) provoca que el gasto de contratación de un empleado supere el 100% del salario nominal. Según él, en Inglaterra este gasto es del 59%, en Italia del 51% y en los países conocidos como tigres asiáticos la media es del 11%.
 


El problema de la alta carga de los impuestos sobre la nómina está demostrando ser dramático debido a la gran diferencia entre los costos laborales en la economía brasileña en comparación con otros países emergentes, especialmente cuando el punto de referencia es China, una economía donde , según la Confederación Nacional de la Industria, un empleado le cuesta a las empresas casi la mitad de lo que en Brasil.
 


Como los costos del impuesto laboral son altos, la solución es la informalidad. Por otro lado, un funcionario sin un contrato formal significa para el gobierno que los impuestos compensatorios tendrán que ser extraídos de otros contribuyentes para no comprometer el equilibrio del presupuesto público.
 


Para tener una idea de la dimensión del trabajo informal en el país, el PNAD del IBGE muestra que el 63% de la población económicamente activa está empleada (el resto se refiere a empleadores, trabajadores independientes y no remunerados) y, de este contingente, El 37% no tiene un contrato formal.
 


La necesidad de aliviar la nómina se está volviendo unánime en el país. Los empresarios, políticos y sindicalistas se han manifestado a este respecto. Sin embargo, la base impositiva alternativa sugerida, una nueva contribución a las ventas, no resuelve el problema de la competitividad y la informalidad de las empresas.
 


El intercambio de la contribución del empleador del 20% al INSS por una contribución sobre los ingresos brutos impondrá un costo más alto en esta base impositiva, que ya está fuertemente gravada, y hace que el sistema sea aún más complejo, costoso e induce la evasión fiscal.
 


Los cargos de seguridad social deben ser asumidos por la sociedad en su conjunto. No debería ser apoyado principalmente por el sector productivo, como es el caso hoy con contribuciones a la nómina (y continuaría ocurriendo si la base fuera reemplazada por facturación).
 


La base alternativa viable para la exención del impuesto sobre la nómina es el movimiento financiero. Es la única forma de colección que simplifica el sistema, ya que hace innecesaria la presentación de guías y declaraciones; combatir la evasión fiscal, ya que no es posible ocultar la base imponible como con la facturación; y reduce el costo comercial, tanto en términos de desembolso de impuestos como en relación con los gastos administrativos.
 


Un estudio reciente llevado a cabo por la Fundación Getulio Vargas (FGV), basado en la nueva metodología de cuentas nacionales promovida por IBGE, revela que el reemplazo del INSS del empleador por un 0,5% adicional en CPMF reduciría el costo de producción de las empresas. El PIB tendría un crecimiento adicional de 1,1%, el nivel de empleo aumentaría en 1% y la demanda total aumentaría en 1,2%. En otras palabras, la reducción de más de la mitad de las cargas sociales cobradas en la nómina y su reemplazo por un aumento en el CPMF tendría un impacto positivo en el mercado laboral, el consumo y la actividad empresarial.
 


El movimiento financiero como base de la incidencia fiscal reveló cualidades con la experiencia CPMF. Cuando se compara esta contribución con otros impuestos sobre facturación, ganancias o nómina, resulta ventajosa en términos de costo y simplicidad.
 


Curiosamente, se trata de mostrar a la opinión pública que el CPMF es el villano del sistema tributario brasileño, cuando los objetivos reales de las críticas deben ser costosos e impuestos retenibles, como Cofins, INSS e ICMS, por ejemplo. Sin embargo, debe verse como un embrión para la racionalización de la estructura tributaria caótica y el punto de partida sería su uso como una forma de aliviar los costos para el sector productivo y formalizar y generar empleos.
 

* Marcos Cintra - Doctor en Economía por la Universidad de Harvard (EE.UU.), profesor titular y vicepresidente de la Fundação Getulio Vargas (FGV)