La informalidad sigue siendo muy grande.

por ETCO
19/07/2011

O Globo - 03/07/2011

La economía informal ha disminuido en Brasil y esto se ha reflejado en la generación de empleos formales y un aumento en la recaudación de impuestos. Algunos factores contribuyeron a esta formalización, entre ellos la simplificación de impuestos para segmentos de micro y pequeñas empresas (como SuperSimples), el aumento de las exportaciones e importaciones legales y el acceso a los mercados de crédito. Además, los estados y los ayuntamientos comenzaron a ofrecer beneficios (primas, descuentos de IPTU, etc.) a los consumidores y usuarios de servicios que requieren la emisión de facturas.

Pero, aunque se han producido estos avances, el tamaño de la economía sumergida en Brasil sigue siendo sorprendente. Un estudio reciente de la Fundación Getúlio Vargas, a solicitud del Instituto Brasileño de Ética en Competencia (Etco), estimó el índice de informalidad en 18,3% del Producto Interno Bruto, un valor que habría correspondido a R $ 663,4 mil millones el año pasado. El estudio se basa en la demanda de dinero en la economía y su relación con las operaciones crediticias formales. Hay un desajuste entre estos dos factores, ya que la circulación de dinero es más que proporcional a las transacciones financieras habituales, que enmascara la economía subterránea. Los datos del IBGE sobre el mercado laboral también ayudan en esta estimación, ya que, según la agencia, casi la mitad de la fuerza laboral en las seis principales regiones metropolitanas del país permanece sin un contrato formal.

El estudio FGV es una luz amarilla, ya que hay un estancamiento en el proceso de disminución relativa de la economía subterránea. En términos absolutos, incluso hubo una expansión, ya que, en 2009, el número estimado de informalidad en Brasil fue de R $ 632,9 mil millones (18,5% del PIB, ligeramente superior al 18,3% en 2010). Es posible que los factores positivos que contribuyeron a la reducción de la informalidad ya no produzcan efectos, lo que hace necesario un mayor progreso. Incluso con la simplificación, la carga tributaria sigue siendo excesiva, así como la burocracia para calcular y recaudar impuestos, señaló el presidente ejecutivo de Etco, embajador Roberto Abdenur, al comentar sobre el estudio de FGV.

Los cargos laborales también pueden verse como un estímulo para la informalidad. Si no fuera así, la tasa de trabajadores con vínculos formales no podría restringirse a un nivel del 50% en las regiones metropolitanas. Se espera que algunos mecanismos, como el empresario individual, tengan algún efecto en este esfuerzo para reducir la economía subterránea. Asimismo, en el caso específico de Río de Janeiro, la multiplicación de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), junto con una mayor presencia del poder municipal en las favelas, también puede favorecer la formalización de las pequeñas empresas en estas comunidades. En cualquier caso, sin un esfuerzo efectivo de formalización nacional, como señaló el Embajador Abdenur, la economía sumergida en Brasil se mantendrá en niveles muy superiores a los observados en los países desarrollados, como los Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea.