Maria Inês Dolci: La amenaza de los remedios pirateados

por ETCO

Autora: Maria Inês Dolci

Fuente: Folha de S. Paulo, 27/06/2009

DE TODOS los delitos de falsificación, la producción de drogas encabeza la lista. Imagine a una persona hipertensa que, en lugar de tomar un medicamento que ayude a bajar la presión arterial a niveles considerados seguros, consume un producto falsificado. Como resultado, puede sufrir un accidente cerebrovascular u otro tipo de accidente cerebrovascular, con graves consecuencias para la salud.

El Ministerio de Salud tiene un folleto con varios consejos sobre cómo evitar comprar un medicamento falso sin darse cuenta. El consejo principal es comprar medicamentos solo con receta médica y nunca comprarlos a vendedores ambulantes, Internet o ferias.
Requerir y conservar la factura funciona más en caso de que el consumidor luego descubra que el medicamento no funcionó. La nota indica dónde ocurrió la compra. Por lo tanto, facilita la identificación de quién vendió y quién fabricó.
¿Entonces no hay drogas pirateadas en las farmacias?

Desafortunadamente, lo hay. El año pasado, por ejemplo, se incautaron medicamentos en farmacias de Mato Grosso, adquiridos en Paraguay y Bolivia. Se encontraron productos con poco o ningún ingrediente activo. Es decir, sin el ingrediente principal para combatir realmente las enfermedades a las que estaban destinadas las drogas.



Por lo tanto, no compre en el lugar correcto. Es importante comprobar aspectos como el precinto, el prospecto original, el nombre del fabricante, la fecha de fabricación.



La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) estima que el 20% de los medicamentos vendidos en Brasil son pirateados, contrabandeados o sin registro.
Un riesgo terrible. El daño que este tipo de producto hace a la salud puede ser irreversible.



Pero usted, el lector, puede y debe ayudar a las autoridades a combatir este tipo de piratería. Primero, no automedicarse. Además, piénselo: un producto siempre tendrá un precio promedio de mercado. Si se vende a un precio muy inferior al promedio, es probable que sea una copia o un placebo (un medicamento ineficaz, que puede tener algún efecto psicológico, solo).
Con la salud no puede ser burlado.



Si nota alguna violación del empaque o sello, informe inmediatamente a Anvisa (www.anvisa.gov.br). O la comisaría más cercana.
Una vez más, nos damos cuenta de que el impulso de aprovecharnos facilita los golpes contra nuestros derechos y nuestra propia vida.



Compare precios, regístrese en programas de descuento para clientes preferentes y jubilados, o planes de seguro médico. Pero no compre medicamentos sin una fuente segura.



Comprar productos sin facturas ya es una actitud condenable en sí misma. En el caso de la medicación, puede costarle su salud, e incluso su vida y la de sus familiares.


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