Brasil informal

Por Glauco José Côrte - Director Fiesc - O Estado (Florianópolis) - 12/06/04
22/03/2023

A pedido del Instituto Brasileño de Ética en la Competencia (Etco), la consultora McKinsey realizó un estudio (junio/2004) sobre el nivel de informalidad en la economía brasileña. Para McKinsey, los efectos de las barreras a la economía formal y el nivel de informalidad en Brasil son particularmente graves, ya que dificultan la realización del potencial de crecimiento del país. Un poco antes, el Banco Mundial (Doing Business 2004) ya había indicado que la economía informal es responsable del 40% de
de la renta nacional bruta brasileña, contra el 20% de Chile o el 25% de Argentina. Y para el 50% de la mano de obra brasileña (excepto la rural, donde, por sus peculiaridades, la informalidad se acerca al 90%, según datos de la PNAD), contra el 30% de Portugal o el 38% de Chile.

Según el estudio, dos son las causas que, en Brasil, se destacan en esta materia: (i) los costos asociados a la formalización de actividades, principalmente costos regulatorios y tributarios, y (ii) la baja capacidad de las instituciones públicas para inhibir y acabar con la informalidad.

Al final del día, se reduce a la carga alta y desproporcionada que tienen que soportar las empresas formales para operar. La burocracia regulatoria en Brasil, compleja y centralizada, que sigue avanzando insaciablemente, obligando a buena parte de los dirigentes a desviar su atención de los objetivos que determinaron la creación de las empresas, ha,
también una naturaleza de recaudación de fondos. Normas, reglamentos, ordenanzas, instructivos, decretos, se descargan todo el tiempo, con el objetivo de transferir más recursos del sector privado al sector público. Siendo este el ambiente, las instituciones aprovechan para cargar a los contribuyentes formales funciones administrativas típicamente públicas, incrementando continuamente sus cargas con el cumplimiento de obligaciones accesorias.

Ahora bien, el nombre de este juego es carga fiscal, que en países en desarrollo, como Brasil, suele llegar hasta el 26% del PIB. En Rusia, por ejemplo, es del 26%, pero en Argentina es del 21%, en México del 17% y en China del 15%, mientras que en Brasil es del 34% (datos de 2001;
actualmente, la carga tributaria brasileña ya supera el 36%), lo que equivale a la tasa de un país desarrollado. En Estados Unidos e Irlanda es del 29%, en Australia del 32%, en Canadá del 35% y en Alemania del 36% (fuente: IMD Competitiveness Yearbook 2003, incluido en el estudio de McKinsey).

La informalidad en Brasil está directamente relacionada con la exageración de la carga tributaria (tasas excesivas y burocracia). Los altos costos de la actividad formal empujan a los contribuyentes a
informalidad, que socava la economía y las condiciones competitivas
empresas formales No olvidemos que una parte preponderante de esos
trabajar en el sector informal se ve obligado a hacerlo, debido a la falta de oportunidades en el mercado
formal, este cada vez más sofocado por la carga regulatoria y fiscal
ascendente Es hora de cambiar ese juego. Ya estamos también
tarde!

 

Vea también:

 Estudios e investigaciones: Estudio McKinsey

 

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