Los riesgos de la reforma fiscal
Autor: Emerson Kapaz *
Fuente: Valor Econômico, 01/11/2007
Es un lugar común afirmar que la carga tributaria brasileña,
alrededor del 40% del PIB, no tiene paralelo en el mundo. Esto explica el medio ambiente
de entusiasmo que ahora se concreta con la posibilidad concreta de aprobar
reforma tributaria, luego de más de una década de avances y retrocesos, cambios
aumentos ocasionales en algunas tarifas y registros de cobranza. Todavía,
cuando observa más de cerca lo que realmente puede suceder, queda claro que
como dice un viejo refrán, la enmienda puede ser peor que el soneto. O
es decir, existe el riesgo de hacer que el sistema sea aún más confuso de lo que ya es, incluyendo
con aumentos de impuestos.
La idea fundamental detrás de la reforma es simple y práctica: el peso
deberían reducirse los impuestos y ampliarse la base de contribuyentes, creando el
base duradera para un crecimiento económico sostenido. ¿Eso existe?
de hecho, la asimetría entre el concepto y la realidad práctica que comienza a
¿contorno? Antes de ir al meollo del asunto, conviene, facilitar la
comprensión, haga algunas consideraciones, centrándose en el conflicto candente
distributivo, ya sea en el ámbito del gobierno federal con los Estados, el
ricos con estados pobres, y entre los distintos segmentos de la cadena productiva.
Si fuera diferente, no habría tanta multiplicidad de propuestas de reforma
involucrando segmentos de la industria, el comercio, el sistema financiero, expertos en impuestos y
economistas. Cada uno con un concepto particular del camino a seguir, como si
era un rompecabezas en el que las piezas no encajaban.
En este contexto, no debemos olvidar que ya se han realizado algunos cambios.
introducido en el ámbito fiscal. Desde diciembre de 2003, tras la aprobación de la
enmienda constitucional 42, los Super Simples, el Desatado de
Ingresos Federales, extensión del CPMF hasta finales de 2007, extensión del
Zona Franca de Manaus hasta 2023, artículo 146 sobre desviaciones fiscales
factores competitivos, además del carácter no acumulativo de los
incidencia de las cotizaciones sociales en los ingresos brutos o en los ingresos.
El resultado que estos cambios causaron se puede ver desde un
mayor crecimiento de la economía, permitiendo un mayor control sobre la evasión fiscal,
una disminución de la informalidad y los registros y la recolección.
Volviendo al día de hoy, tenemos el proyecto de reforma tributaria en marcha
conocida como la "propuesta de Bernard Appy", que trae como trasfondo la
Posibilidad de simplificar y fusionar varios impuestos. Esta propuesta puede
resumido en los siguientes puntos: 1) creación de un IVA federal, como consecuencia de la fusión
IPI, PIS, Cofins y Cide - Combustíveis; 2) creación de un IVA estatal
(modelo dual): legislación nacional del IVA, reducción del número de tipos y
principio de destino; 3) creación de un IVV (impuesto a las ventas minoristas)
municipal.
Estas medidas, debe tenerse en cuenta, se implementarán en paralelo con una
conjunto de reglas y leyes que ha funcionado durante décadas, lleno de defectos, es
cierto, pero eso le permite al gobierno batir récords de recaudación sucesivos.
También enfrentará una feroz reacción de los grupos de interés ya establecidos en el
gobiernos estatales e iniciativa privada, y que no dejarán de luchar por
guardarlos. Por tanto, es razonable creer que esta confrontación puede resultar en
consecuencias como: 1) extinción del IPI: repercusiones en las transferencias
fondos federales, constitucionales y Zona Franca de Manaus; 2) IVA dual: conflicto
competencia en la administración federal con los estados; 3) tarifas uniformes en el
IVA federal: aumento espectacular de la carga fiscal de los sectores menos gravados
(comercio y servicios); 4) extinción de sistemas simplificados (ISS, Pis / Cofins,
Simple): mayor complejidad, mayor evasión; 5) volver a la evasión fiscal
combustibles; 6) restricción al uso de institutos anti-evasión, como
tipos ad-rem, sustitución de impuestos e incidencia monofásica; 7) creación de
IVV, con alto potencial de evasión; 8) no resuelve el problema de la acumulación de
créditos a la exportación; 9) establece operaciones acumulativas
interestatal, debido a la imposibilidad de comunicación entre los créditos federales y
IVA dual.
No debe correr el riesgo de cambiar un sistema que tiene defectos pero
funciona para uno mucho peor, que no se sabe si funcionará
Además, existe el inevitable aumento de los impuestos cuando la fusión de
diferentes tasas de ICMS actualmente existentes en los diferentes Estados, y el natural
tendencia a hacer el ajuste desde arriba, y no desde la media, garantizando así
ingresos para los gobiernos estatales.
¿Que hacer? ¿Cómo superar esos riesgos?
Primero tenemos que convencer a las entidades de clase del sector productivo,
y asociaciones que representan a los más variados segmentos de la sociedad civil,
reunirse en este debate, a fin de evitar las conocidas consecuencias que
dará lugar a más impuestos, especialmente para los sectores que ya pagan
cargas pesadas.
Desde esta unión de esfuerzos podemos profundizar un conjunto de cambios
medidas factibles y graduales que mejoren el sistema vigente, evitando la
cualquier tasa existente, reduciendo y eliminando impuestos
existente, y que será de interés para toda la sociedad.
Iniciar un debate público de alto nivel sobre cómo reestructurar la
gasto público y, a partir de ahí, ajustar la carga tributaria a los nuevos niveles
gastar, racionalizar y simplificar el sistema actual, principalmente en el
Área de cargos en nómina corporativa.
No es un camino fácil, pero no correremos el riesgo de cambiar un sistema que
tiene defectos y funciona, por otro lado, mucho peor, y ni siquiera sabemos si lo hará
trabajo.
* Emerson Kapaz es emprendedor, presidente de ALEK-Consultoria Empresarial
y consultor estratégico en IDV-Institute for the Development of the
Al por menor.