São Paulo quiere ley para inhibir adulteración de combustibles

por ETCO


Por Sonia Racy, Estado de S. Paulo - 08/02/2005


La adulteración y la evasión de combustible se encuentran en un nivel más que preocupante. Tanto es así que, a raíz de una decisión del gobernador Geraldo Alckmin, el secretario de Hacienda, Eduardo Guardia, y el director del Sincopetro, José Alberto Paiva Gouveia, se desencadenó una doble acción. El primero, ya en marcha, tiene como objetivo inspeccionar puntualmente algunos mensajes sospechosos. En Paulínia, la semana pasada, más de 100 inspectores se mantuvieron de guardia durante las 24 horas, los siete días de la semana, para detectar solventes en la gasolina. La segunda es una acción constitucional. El Estado de São Paulo envió a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que permite al Estado revocar la licencia estatal y el registro de la estación que está adulterando combustible. "Esta regla ya está en la legislación de la ANP, pero no se está cumpliendo", dice Paiva Gouveia, recordando que hay un puesto en São Paulo que ya ha sido cerrado 18 veces y permanece abierto.


El secretario de la Guardia advierte que la acción ya ha cerrado seis puestos. "Vamos a dejar un punto firme en este punto: además de la pérdida de ingresos, tenemos el problema del consumidor mismo que se está engañando", agrega. El año pasado, solo las notificaciones de infracción aplicadas por la secretaría totalizaron R $ 600 millones. “Pero eso no resuelve el problema. Lo que sí funcionará, luego de que se sancione la nueva ley para frenar la alteración de combustibles, es el cierre de gasolineras y la cancelación de la licencia y registro estatal ”, señala. Actualmente, lo máximo que puede hacer São Paulo es distribuir la lista de estaciones multadas para que la población sepa quién fue sorprendido cambiando combustible.



El régimen especial de combustibles introducido por el gobierno de Rosinha Matheus, en Río, también se está interponiendo. “Ellos inventaron un régimen de sustitución tributaria que permite retirar combustible en algunas refinerías, como la de Manguinhos, sin pagar el impuesto”, explica Guardia, incapaz de explicar qué motivó al gobernador a adoptar el proceso, único en Brasil. Con esta brecha, el combustible más barato ingresa a São Paulo.

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