Un país asfixiado por la burocracia y los impuestos

por ETCO

Fuente: Jornal do Comércio - RS - 09/11/2009

La deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de gastos con planes de salud para trabajadoras del hogar puede ser otro incentivo para llevar a la formalidad a unos 4,5 millones de trabajadores que no tienen contrato laboral. Un proyecto de ley sobre el tema está programado para ser votado hoy, día 10, por la Comisión de Asuntos Económicos del Senado (CAE). Pero seguimos con un exceso de burocracia e impuestos. Evidentemente, ningún municipio, estado o país puede ceder ingresos. Lo que ocurre, sin embargo, en Brasil, es una superposición de órganos gubernamentales, ya sea Ejecutivo, Legislativo o Judicial, muchas veces ejerciendo el mismo servicio o haciendo algo muy cercano. El tema salió a la luz, una vez más, cuando se publicaron acusaciones en la prensa y que afectaron el entorno político en Rio Grande do Sul. Contamos con un Tribunal de Cuentas del Estado, un Ministerio de Cuentas Públicas, el Ministerio Público del Estado, la Justicia del Estado, además de diversas Defensorías e Instancias. Sin embargo, se publican traiciones, acusaciones infundadas o infundadas, y todos se preguntan de quién es la obligación legal de investigar y sancionar. Las competencias, instancias y los infinitos recursos y expedientes, como dar direcciones erróneas a los testigos, hacen que los procesos y juicios se prolonguen durante años. Asimismo, hay llamados en contra de tantas secretarías y órganos similares para supervisar las actividades. Lo que más molesta es que aún con tantos funcionarios, los fraudes se perpetúan y los culpables no parecen ser castigados "ejemplares" tras investigaciones "rigurosas", por decir dos palabras recurrentes siempre que algo escandaliza a la opinión pública. Por tanto, no es de extrañar que la elevada carga fiscal haya provocado una auténtica fuga de empresas en el mercado formal. Así, ahora se sabe que la llamada economía sumergida salió ilesa del agravamiento de la crisis global y creció 27,6% de diciembre de 2007 a diciembre de 2008, según una encuesta del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (Ibre / FGV). El Índice de Economía Subterránea mide el desarrollo de empresas y actividades involucradas en el mercado informal o en prácticas de evasión fiscal. Fue el avance más fuerte en un período de diciembre a diciembre de la serie histórica del índice, que es trimestral e inició en 2003.

La encuesta reveló un hecho preocupante, que las dos economías, la formal y la clandestina, crecen en paralelo. Uno alimenta al otro. Los ingresos obtenidos en la economía formal se gastan en la economía sumergida y viceversa. La encuesta también señala que decenas de empresas o pequeños empresarios optaron por abandonar el mercado formal para no pagar impuestos. De la tasa de crecimiento total del 27,6% del índice, el 55,7% se refiere al aumento de la carga tributaria, que se elevó entre un 10% y un 11% el año pasado, según el Ibre / FGV. Por ello, se insiste en que la reducción de la carga tributaria es una de las políticas oficiales que se podrían tomar para incluir la economía sumergida en la formal. Hoy, la economía sumergida representa entre el 20% y el 30% del PIB de Brasil. Como apenas utiliza crédito, la economía informal sufrió mucho menos que las empresas regulares, formalizadas ante el sistema financiero y, más aún, ante las autoridades tributarias municipales, estatales y federales. En el último trimestre del año pasado, período en el que se agravó la crisis mundial, la economía sumergida creció un 9,5%, respecto al trimestre anterior, mientras que el PIB del país cayó un 3,6% respecto al tercer trimestre de 2008. ¿Piensas, no?
 

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