El año 2015 arrancó con algo nuevo para al menos 450 mil micro y pequeñas empresas brasileñas que podrían ser incluidas en Supersimples, con base en los cambios promovidos en su régimen tributario. La mayoría de ellas son actividades de servicios que, en 2015, pueden beneficiarse de una reducción de hasta un 40% en la presión fiscal. Además, también gozarán de los beneficios de reducir la burocracia resultante de la unificación de ocho impuestos - municipales, estatales y federales - en una sola boleta de pago.

En entrevistas con la prensa, el ministro de la Secretaría de Micro y Pequeñas Empresas, Guilherme Afif Domingos, dijo que creía que "el régimen cambiará la vida de muchos brasileños y que los micro y pequeños empresarios tendrán más tiempo para producir y vender".

Desde el 1 de noviembre de 2014, las empresas han comenzado a elegir el nuevo régimen. Para unirse a Supersimples, es necesario estar dentro del límite de facturación, cuyo valor varía de un Estado a otro y está relacionado con la participación en el PIB brasileño. El límite va de R $ 1,26 millones en Amapá, por ejemplo, a R $ 3,6 millones en São Paulo.

Para el presidente ejecutivo de ETCO, Evandro Guimarães, el nuevo régimen puede contribuir a la expansión de la formalización de las pequeñas empresas en el país. "Además de evitar las altas cargas impositivas, las micro y pequeñas personas a menudo terminaron optando por la informalidad debido a las dificultades para lidiar con la burocracia fiscal y también con los complicados procesos para iniciar un negocio ".

Según los expertos, las nuevas reglas de Supersimples, que sufrieron 81 cambios en relación con el proyecto anterior, también promoverán una reducción significativa en el tiempo para abrir o cerrar una empresa, debido a la reducción de la burocracia vinculada a estos procesos.