São Paulo centraliza la aplicación del estándar en Contraloría

por ETCO
14/08/2014

Con medida, el Ayuntamiento busca garantizar la seguridad jurídica y la transparencia en la aplicación de la Ley Anticorrupción

Al regular la Ley Anticorrupción, la ciudad de São Paulo atribuyó solo al Contralor General de la Municipalidad (CGM) la competencia para aplicar la regla, dejando de lado a los otros organismos municipales. Según el jefe de CGM, Mario Vinícius Spinelli, la medida tiene como objetivo garantizar la seguridad jurídica en la aplicación de la ley y restaurar un ambiente de confianza entre las empresas y la administración municipal.

"He leído que la Ley 12.846 / 13 puede generar aún más corrupción", dijo Spinelli en una conferencia en la Cumbre de Ética de América Latina 2014, en referencia al posible mal uso de la norma por parte de las agencias públicas. “En São Paulo, decidimos centralizar la competencia en Contraloría para transmitir confianza. Las regulaciones que creamos muestran que los procedimientos que debe realizar la Ciudad son serios, y las compañías tendrán la oportunidad de mostrar lo que han hecho para prevenir la corrupción ”.

Spinelli reconoció que existe una crisis de confianza en el papel del Estado en la orientación de los intereses de la sociedad. Para él, restaurar esa confianza es responsabilidad de los gerentes públicos y las empresas. El controlador general cree que las instituciones públicas fuertes comprometidas con la eliminación de la corrupción, respaldadas por marcos legales sólidos, son parte de la solución. Pero enfatizó que el éxito de la Ley Anticorrupción depende de la buena fe de las autoridades públicas y el sector privado.

En cuanto al Ayuntamiento, Spinelli dijo que la creación del CGM para identificar desviaciones internas y la iniciativa de la agencia para hacer público el esquema de tarifas cobradas por los inspectores del Ayuntamiento (conocido como ISS Mafia), en 2013, son demostraciones de compromiso. Administración municipal actual con transparencia y fin a la corrupción.

Por parte de las empresas, el controlador general comprende que su función no es tolerar la corrupción tanto interna como externamente. Internamente, esta actitud de no tolerancia debe reflejar la eficiencia de los programas de cumplimiento para combatir y prevenir la conducta ilícita. En el nivel externo, debe reflejar la falta de compacidad con el acoso de los agentes del Estado, si ocurre.

Spinelli recordó que las compañías tienen canales de informes disponibles, que todavía están infrautilizados. Según él, solo 115 de las más de 35 mil denuncias ya enviadas al Departamento Federal de Asuntos Internos desde su creación fueron realizadas por empresas. El controlador general también lamentó que, de las 500 organizaciones investigadas por el Fiscal en el caso de la ISS Mafia, solo una se acercó a CGM para colaborar con la información. "Esto refleja la desconfianza de las compañías en el estado, pero es algo que necesita ser cambiado".

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