Segunda edición del libro editado por ETCO en colaboración con iFHC investiga el origen de prácticas que escapan al sentido de responsabilidad. El trabajo fue elaborado a partir de un seminario, realizado en agosto de 2007 en la iFHC, donde el tema central fue la cultura de las transgresiones en Brasil.
Pocas reflexiones han merecido el tema de las transgresiones en Brasil, a pesar de que la práctica de comportamientos contrarios a las leyes, normas y códigos de conducta está tan arraigada en la forma de ser del pueblo brasileño, en el individuo y en lo social, como un elemento de construir memoria nacional.
La urgencia, siempre presente, de la necesidad de sacar a la luz el debate sobre un tema tan complejo y difuso hace que leer el libro Cultura das Transgressões no Brasil - Lições da História, recientemente lanzado por ETCO - Instituto Brasileiro de Ética Concorrencial, en asociación con el Instituto Fernando Henrique Cardoso, iFHC. Bajo la coordinación del ex ministro Marcílio Marques Moreira y el ex presidente Fernando Henrique, y con una presentación del economista y presidente de ETCO, André Franco Montoro Filho, el libro ofrece una buena visión general de las diversas facetas que dan forma a las transgresiones, con La preocupación de tratar de rastrear a lo largo de la historia del país el origen y la evolución de las prácticas que escapan al sentido de las responsabilidades y obligaciones en los segmentos más diversos, tanto en el ámbito público como privado.
Por ser multifacéticas, las transgresiones permiten diferentes interpretaciones y enfoques, y es precisamente en la “riqueza” de las formas de sentir y afrontar el tema, tan vital para la ampliación de la discusión, el gran aporte de la iniciativa ETCO junto con la iFHC. Fruto de un seminario dedicado al tema, el libro reúne textos de cuatro expertos, expertos en la problemática social, política y cultural del país, desde la perspectiva de la Historia, el Derecho, la Antropología y la Ciencia Política.
Joaquim Falcão, director de la Facultad de Derecho de la FGV-Rio, introduce en su texto la noción de “transgresiones colectivizadas”, en la que la práctica repetida y consuetudinaria de las transgresiones individuales termina por sobrepasar el límite de la unidad para ganar la forma de lo colectivo, entendido por él como consecuencia de la repetición del mismo hecho por millones de personas o entidades. Utiliza la ley de propiedad para discutir de manera práctica tres situaciones características de la creciente ilegalización de la vida cotidiana: el derecho a la vivienda, el tema relacionado de la escritura definitiva y el derecho de autor. Falcão cree que son ejemplos de la estructura legal monopolística establecida en el país. Defiende la diversificación de la legislación en forma de pluralización de actos jurídicos de acuerdo con los aspectos más complejos y diferenciados que orientan las relaciones sociales en la actualidad.
El historiador José Murilo de Carvalho, en cambio, profundiza en el concepto de monopolio legal y destaca en su texto el papel que siempre han jugado las leyes y los forenses en la evolución política del país. Para él, el conjunto de leyes, que beneficia a los operadores del sistema policial y judicial, tiene el efecto de elitizar la justicia e incitar a la transgresión. Es como si lo que José Murilo llama “furia legífera” funcionara como una especie de factor de retroalimentación de la transgresión, creando un círculo vicioso que solo beneficiaría a los propios agentes de la ley oa quienes pueden pagar los costos de un juicio.
Para romper con este estado de cosas, José Murilo cree que algunas actitudes, en la forma de pensar y actuar, tendrían que desaparecer de la sociedad, como la postura moralista propia del “udenismo”, el fatalismo y el cinismo pragmático, además de la visión actual de que la ley es algo desechable, en lugar de entenderse como un fin, necesaria para la supervivencia del sistema de democracia representativa.
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En la economía, el país mantiene un sistema sofisticado y avanzado, pero aún está subordinado a un marco institucional pesado y atrasado.
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El texto del antropólogo Roberto DaMatta destaca el aspecto “representativo” del entorno del perpetrador ya que, para él, la variable “quién era” englobaría la naturaleza del crimen cometido en una complicación del complejo de valores igualitarios y jerárquicos. “Nuestro problema no sería la ley, sino el cuidado en su aplicación, lo que nos obliga a considerar quién cometió el delito”, dice. Aquí también se plantea la importancia de un cambio más profundo en los valores sociales que conduzca a la politización del tema, porque, cree DaMatta, sin ser consciente de la diferencia entre “transgresiones” y “transgresiones” concebidas y vividas en sociedades específicas, dotadas de un régimen de culpa, vergüenza, respeto y honor igualmente particular, la tendencia es seguir introduciendo mecanismos legales que, "aunque logren rodear toda la cuadra, dejen escapar al ladrón".
El politólogo Bolívar Lamounier intenta establecer una relación entre la transgresión y la economía de mercado. Su intrigante artículo cuestiona la posibilidad de que la clase media desempeñe el papel de un agente para revisar valores y brindar apoyo político para impulsar la economía de mercado y detener la escalada de la transgresión. ¿Sería, pregunta, la clase media brasileña una solución o un problema en el contexto de la cuestión de las transgresiones? La respuesta no es trivial. Sin embargo, Bolívar está convencido de que el aumento persistente de la transgresión en Brasil es un correlato inevitable del proceso de modernización, el precio pagado por una sociedad dinámica, moderna y democrática. El otro lado del problema, señala, es el retraso acumulado en el campo institucional, en la construcción de valores y estándares de sociabilidad comparables a los de los países más desarrollados. La lectura del libro Cultura de Transgresiones en Brasil confirma la percepción de que vivimos en una realidad profundamente dicotómica: el país opera en un sistema sofisticado y avanzado en el sector económico, pero aún está subordinado a un sistema institucional pesado y atrasado. Entre una y otra, prolifera una sociedad que se beneficia del progreso de la economía mientras trata de sobrevivir a los saltos, saltando de rama en rama.
* Maria Clara RM do Prado es socia y directora de Cin - Comunicação Inteligente, columnista del periódico Valor Econômico y autora del libro A Real História do Real, publicado por Record.