Tres preguntas para Edmar Bacha

El economista y ex presidente del BNDES habla sobre la expectativa de crecimiento económico, mayor formalización y competitividad internacional en el país.

1. Con cada nueva proyección encargada por el Banco Central, las expectativas de crecimiento de la economía brasileña para 2013 se reducen. En su opinión, ¿qué medidas serían necesarias para revertir este escenario?

Más importante que el bajo crecimiento es su combinación con una alta inflación. En otras palabras, la economía brasileña parece ser menos productiva hoy que en el pasado reciente. Existe el efecto del fin de la bonanza externa, que benefició al país en la segunda mitad de la década, pero igualmente importante es la parálisis de las reformas económicas liberalizadoras en los gobiernos de Lula y Dilma. La reanudación de estas reformas es esencial para permitir que el país vuelva a crecer con la inflación bajo control.

2. Al divulgar el Índice de Economía Subterránea 2012, ETCO y el Instituto Brasileño de Economía de la Fundação Getulio Vargas (IBRE / FGV) advirtieron sobre el "límite institucional" para formalizar el empleo. En su opinión, ¿qué factores contribuyen a este límite y cómo sería posible reanudar el crecimiento de la formalización?

La mayor incorporación de mano de obra en el sector formal de la economía fue otro factor que permitió acelerar la tasa de crecimiento del PIB en la segunda mitad de la última década. Con la reducción de la informalidad y la disminución de la tasa de desempleo, la incorporación continua de mano de obra ahora depende de la adopción de una reforma laboral más vigorosa, en las líneas que ha indicado José Pastore, por ejemplo.

3. Sr. ¿Cree que la reducción de la carga tributaria impulsaría la integración de Brasil como economía competitiva en el escenario internacional?

Sin duda. Igualmente importante sería una reducción en la protección contra las importaciones (barreras arancelarias y no arancelarias, especialmente requisitos de contenido doméstico) para permitir que la industria brasileña participe en cadenas de producción globalizadas.

 

Tres preguntas para Maria Tereza Sadek

La asesora asesora de ETCO, Maria Tereza Sadek, habla sobre la impunidad, la legislación y la justicia. Doctora en ciencias políticas y profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la USP, es una de las investigadoras de justicia más respetadas de Brasil.

1) Aunque los vientos de la modernización están soplando fuerte en Brasil, todavía hay obstáculos que impiden un proceso real de renovación institucional. El sentimiento de impunidad aún reina y alimenta a las personas corruptas y corruptoras que no temen por sus acciones. ¿Es cierto que la ley en Brasil no produce resultados? Por qué

El proceso de renovación institucional ha sido lento y ha encontrado resistencias. La percepción prácticamente generalizada de la existencia de impunidad se basa en datos cotidianos. Los informes de corrupción se acumulan y el castigo es raro. El sentimiento de la población es que las oportunidades que brinda la legislación y la lentitud de la justicia favorecen a los delincuentes. La impunidad refuerza la percepción de que la ley no es igual para todos, la existencia de privilegios y, igualmente grave, conduce a la incredulidad en la justicia y la democracia.

2) ¿Es solo una cuestión de legislación o hay otros factores involucrados?

La legislación es importante, pero está lejos de ser el único factor o determinante. La investigación internacional muestra que la certeza del castigo es un factor más importante para inhibir las transgresiones que la severidad de la pena. Factores como la educación, los rasgos culturales y la efectividad de la ley son fundamentales. También se debe agregar que los estudios comparativos han concluido que la corrupción tiende a ser mayor cuanto mayor sea el tamaño de la máquina estatal y mayor el control del estado sobre la economía.

3) ¿Qué medidas son necesarias para crear una mayor eficiencia y agilidad en el cumplimiento de las leyes? ¿Es difícil cambiar este escenario?

La dificultad indiscutible para cambiar el escenario no puede ser un factor paralizante. Deben alentarse las políticas destinadas a fortalecer las instituciones, aumentar los niveles de transparencia y control, así como los proyectos educativos. En este sentido, el sistema de justicia y especialmente el poder judicial deben considerarse una prioridad. Mejorar la distribución y la eficacia de la justicia son factores indispensables para garantizar los derechos y construir una sociedad democrática, regida por la ley, compuesta de ciudadanos.