"Nuestros jueces carecen de un waypoint a seguir"
Para el juez Paulo Domingues, la reducción de la incertidumbre legal depende de una mayor estabilización de la interpretación de las normas tributarias por parte de los tribunales superiores.
El juez Paulo Sérgio Domingues, del Tribunal Regional Federal de la 3a Región, cree que una de las principales razones del alto nivel de litigios entre las autoridades fiscales y los contribuyentes es la falta de estabilización de la interpretación de la legislación por parte de los tribunales superiores.
Master of Law de la Universidad de Frankfurt y ex presidente de Ajufe (Asociación de Jueces Federales de Brasil), Domingues dice que esta falta de orientación explica muchas decisiones divergentes para casos similares en el Poder Judicial. "La cantidad de trabajo de un juez es tan grande que no hay tiempo para seguir haciendo una tesis legal", dice. "La realidad es que se necesita una decisión más rápida por parte de los tribunales superiores".
Otra causa a la que señala es la demora y las brechas con las que los procesos tributarios llegan al Poder Judicial desde el ámbito administrativo, lo que a menudo termina haciendo que la recaudación sea inviable y profundice la sensación de impunidad.
El juez defiende los cambios en el proceso de aplicación de impuestos y la aprobación de legislación para distinguir al deudor eventual del deudor de impuestos regular.
Los siguientes son algunos pasajes de la entrevista que hicimos con él.
Interpretación controvertida conduce a más litigios
Muchos conflictos podrían evitarse si tuviéramos estabilidad a la hora de arreglar la legislación fiscal. En un sistema tributario como el nuestro, con una legislación confusa y leyes federales, estatales y municipales superpuestas, esto se vuelve aún más grave.
La pacificación de la interpretación depende de la estabilización de la jurisprudencia en los tribunales superiores. Nuestra sociedad quiere una interpretación que la pacifique con el tiempo. La existencia de incertidumbre en la interpretación de la legislación fiscal solo genera más conflictos. Está claro que cada uno intentará defender sus intereses cuando sea multado por algo basado en una interpretación controvertida.
El juez no tiene tiempo para hacer tesis legales.
Los jueces brasileños están bien preparados para juzgar casos impositivos. No creo que la falta de mayor especialización pueda señalarse como parte del problema. Escuché que dicen que hay muchas decisiones en diferentes direcciones, pero lo que falta es una pauta a seguir.
Cuando la Enmienda Constitucional N ° 45/2004 de la Reforma Judicial estaba pendiente, hubo mucho debate sobre la urgencia de instituir el resumen vinculante. Dijeron que el mayor problema del país era que los jueces no seguían la jurisprudencia de la Corte Suprema. Siempre pensé que era inútil, porque ese nunca fue nuestro problema. La cantidad de trabajo de un juez es tan grande que no hay tiempo para seguir haciendo una tesis legal. La realidad es que se necesita una decisión más rápida por parte de los tribunales superiores.
Tener una definición rápida de estos asuntos donde existe una repercusión general sería extremadamente útil para reducir toda la cadena de litigios, desde los avisos de las autoridades fiscales hasta las acciones legales.
Retrasos y lagunas en el proceso administrativo.
Otro problema es la forma en que los procesos pasan del ámbito administrativo al poder judicial, debido a la gran dificultad en la estructura de la administración tributaria. Es muy común que lleguen mal preparados, con varios agujeros. No solo me refiero a la parte legislativa, sino a aspectos como la clasificación de los avisos de evaluación fiscal, el motivo de la aparición de la deuda o la ubicación del deudor y sus activos. El proceso toma tanto tiempo a nivel administrativo para llegar a una conclusión, una determinación de la deuda, que, cuando se propone la imposición fiscal, el deudor o sus activos ya no se encuentran.
Y alimenta un círculo vicioso. La idea de que si alguien comete una infracción no se identificará y castigará rápidamente termina estimulando esa práctica. La posibilidad de una recaudación ineficaz favorece al contribuyente malicioso.
Eliminar el papel de coleccionista de la justicia
Un cambio en el proceso tributario ha sido discutido por mucho tiempo. Un cambio que defiendo es la prejudicialización de la primera fase de la aplicación de impuestos, de la recaudación de deudas. Hoy, el Poder Judicial actúa como cobrador de deudas en nombre del acreedor. Creo que esta función podría atribuirse al Servicio de Impuestos Internos, y solo se podría recurrir al Poder Judicial cuando el deudor planteó una controversia o, en ocasiones, como el embargo o el listado de activos. Como se trata de un tema controvertido, es necesario tener cuidado con este tipo de operaciones, pero creo que esto podría acelerar la aplicación de los impuestos.
También creo que podría haber alguna simplificación del proceso administrativo-judicial. Quizás no necesitaba tres esferas administrativas y tres más judiciales.
El debate sobre los cambios en la ley de aplicación de impuestos es muy maduro. Creo que es hora de que el Congreso Nacional haga un cambio legislativo que sirva a los intereses de la sociedad.
Ley más dura contra el deudor pesado
Otro punto que me parece extremadamente importante es consolidar la legislación contra el deudor fiscal regular. Necesitamos mecanismos para diferenciar al contribuyente que cumple con sus obligaciones tributarias, pero que eventualmente atraviesa una dificultad y no recauda los montos temporalmente, de aquellos que tienen mala fe, no pagan y no tienen la intención de pagar impuestos, dañando a todos sociedad. Si alguien está usando esto como un mecanismo de supervivencia para su empresa, como una forma de obtener una ventaja sobre el competidor, no está actuando de la manera ideal.
Necesitamos legislación que permita tratar a los primeros de una manera menos draconiana y adoptar instrumentos más estrictos contra el deudor persistente.